Por Marcos Romero
CIUDAD DE MEXICO, 28 (ANSA)- El fenómeno de la violencia
ensombreció la campaña electoral a solo 10 días de las
elecciones de medio término en México, el 7 de junio próximo,
para designar a 500 diputados, 9 gobernadores y más de 1.000
alcaldes.
El coordinador de la campaña de la candidata del Partido
Revolucionario Institucional (PRI, centro) a diputada en la
capital, Aída Beltrán, fue asesinado anoche a balazos cuando iba
a bordo de su vehículo. Israel Hernández, de 33 años, la víctima, se hallaba fuera de
la casa de campaña de la aspirante a la la Asamblea Legislativa
del Distrito Federal, en la colonia Petrolera, en la
municipalidad de Azcapotzalco, norte de la urbe. La candidata descendió de la furgoneta para entrar en la casa
de campaña cuando una persona no identificada se acercó a
Hernández y le disparó varias veces para luego huir. De inmediato se llamó a los paramédicos pero cuando estos
arribaron el coordinador de campaña ya había fallecido. Las autoridades locales carecen de pistas sobre la identidad
del responsable así como los móviles. Hasta hoy, se contabilizan oficialmente al menos ocho
personas muertas durante la temporada previa a los comicios. El pasado día 14, fueron asesinados dos candidatos, Enrique
Hernández, aspirante a alcalde de la ciudad de Yurécuaro, estado
de Michoacán y Héctor López, aspirante a concejal en el
municipio de Huimanguillo, estado de Tabasco, ambos en la
conflictiva región sur de México. Las autoridades intensificaron la vigilancia sobre todo en
las regiones azotadas por el crimen debido a la creciente
violencia. En el estado sureño de Morelos, vecino a la capital, siete
candidatos han renunciado a la competencia por amenazas.
El pasado día 13, fue secuestrada la candidata a diputada de
izquierda en el estado sureño de Guerrero Silvia Romero durante
48 horas junto a dos colaboradores en un camino rural del
estado. Dos semanas antes, el pasado día 1, el candidato a alcalde
del municipio de Chilapa, en la misma provincia, Ulises Quiroz,
del PRI, fue asesinado por un grupo armado cuando se dirigía a
un acto de campaña. La violencia se ha enseñoreado sobre todo en Guerrero, costas
del Pacífico, asediado por bandas criminales y escenario el 26
de septiembre último de la desaparición de 43 estudiantes que
habrían sido asesinados, según las investigaciones de la
fiscalía general. Hace unos días, la Iglesia católica, a través de la Diócesis
de Chilpancingo-Chilapa, condenó el clima de violencia en el
estado de Guerrero, sur de México, en vísperas de
las elecciones intermedias, a las que han sido convocados unos
83 millones de votantes. "A menos de un mes de llevarse a cabo las elecciones en
Guerrero, se han presentado situaciones de violencia que son
realmente lamentables y preocupantes", señaló el obispo Alejo
Zavala. Estos episodios "contribuyen de manera negativa a promover un
clima de intranquilidad y zozobra entre la población", señaló el
prelado. Las autoridades electorales han identificado los "focos
rojos" por la inseguridad y señalaron que estos se triplicaron
en los últimos seis años. En las votaciones intermedias anteriores, celebradas en 2009,
en pleno auge de la ola de violencia que siguió a la decisión
del entonces presidente Felipe Calderón de iniciar la "guerra
contra las drogas" con apoyo de las Fuerzas Armadas, había 1.825
"secciones de atención especial electorales" por la
delincuencia, pero ahora hay más de 6.000. De acuerdo con reportes periodísticos, la violencia electoral
ha aparecido en al menos 12 estados del país, especialmente en
los estados sureños de Michoacán, Guerrero, Oaxaca, y Tabasco y
en el central de San Luis Potosí.
MRM/ACZ
28/05/2015 18:36
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