Por Marcos Romero
CIUDAD DE MEXICO, 16 (ANSA)- Un experto mexicano logró al fin
descifrar la clave que devela la verdadera naturaleza belicista
de la civilización maya, así como nombres de lugares, títulos
nobiliarios y otros enigmas que rodean a esta cultura.
Guillermo Bernal, del Centro de Estudios Mayas del Instituto
de Investigaciones Filológicas de la Universidad Nacional
Autónoma de México (UNAM), consiguió lo que otros especialistas
en esta prodigiosa cultura, surgida en lo que hoy es parte de
Centroamérica y el sureste del país, no habían podido conseguir. El glifo maya bautizado como T514, que está presente en unas
50 importantes inscripciones, hasta ahora había sido vedado al
entendimiento de los investigadores. Ello dificultó el conocimiento pleno de los arcanos de esta
gran comunidad prehispánica que alcanzó los más avanzados
conocimientos en matemáticas y astronomía. Los mayas crearon un sistema numérico vigesimal, inventaron
el cero, representado como un caracol, y eran capaces de
predecir los eclipses, además de predecir los movimientos de los
astros como el sol y la luna. Sus escritos legados a la posteridad fueron tallados en
piedras y estelas y quedaron plasmados en complejos códices
donde se detallaban asombrosos aspectos de su vida y formas de
organización política y social. Desde hace mucho, los expertos habían logrado descifrar buena
parte de los "glifos", o elementos básicos de su sistema de
escritura, pero el T514 era una especie de piedra filosofal que
nunca había podido ser hallada. El signo misterioso representa a un jaguar -animal sagrado de
los mayas- con las fauces abiertas, dentro de las cuales hay un
objeto extraño, una especie de molar, llamado "yej", cuyo
significado es "filo" o "cosa afilada". Al descifrar ese "yej", Bernal logró obtener la llave mágica
que le permitió abrir todas las puertas de los enigmas que nunca
habían sido desentrañados sobre los mayas, como los nombres de
lugares, títulos de realeza e inscripciones en Ciudades-Estado
como Palenque, Toniná y Yaxchilán. Como resultado de este avance, el especialista logró por fin
que se conociera que la tumba del rey Pakal, como se enuncia en
el Templo de las Inscripciones de Palenque, estado sureño de
Chiapas, se llama "B'olon Yej Te' Naa", es decir, "La casa de
las Nueve Lanzas Afiliadas". Este solo nombre cambió de raíz la visión prevaleciente que
se tenía entre los mayistas respecto a la verdadera naturaleza
de esta cultura, que no era precisamente pacífica, como se creyó
hasta ahora, sino tenía una acendrada filosofía guerrera. "Nos faltaba una pieza del rompecabezas. Sabíamos que la
tumba, por ejemplo, se llamaba la Casa de algo, pero ahora ya
podemos leer el nombre completo, relacionado con la guerra, con
los nueve guerreros representados en los muros de la cámara
mortuoria de Pakal", afirmó. El glifo ha sido identificado en diversos sitios
arqueológicos mayas sobre todo en el estado de Quintana Roo,
sureste del país, en la frontera con Belice, sobre todo en las
ruinas que corresponden al apogeo de la cultura maya, pero
también en el período clásico hasta el año 850 de nuestra era. "Incluso aparece en un Códice Maya, el Códice de París, que
data de 1450, es decir, tuvo un uso durante más de 1.000 años",
afirmó el experto. Hay decenas de inscripciones (unas 50) que relatan guerras,
invasiones, entradas a ciudades, sacrificios de prisioneros y
ahora "se podrá entender cómo los mayas no sólo eran grandes
pensadores, sino también combativos e incluso hacían uso de
extrema violencia", afirma. Aunque el hallazgo permite dar un salto cuántico en los
estudios sobre esta cultura, Bernal sostiene que también "abre
nuevas incógnitas", por lo cual las nuevas generaciones de
investigadores tendrán un amplio campo para investigar los
enigmas de la epigrafía maya. Hasta ahora, sólo el 80% de la escritura maya ha podido ser
descifrada, pues existen alrededor de 2.000 glifos.
MRM/ACZ
16/06/2015 18:29
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