Por Marcos Romero
CIUDAD DE MEXICO, 19 (ANSA)- Un corresponsal de un diario del
estado sureño de Tabasco, asesinado a puñaladas en el municipio
de Teapa, se convirtió en la víctima mortal número 104 de la ola
de asesinatos a hombres de prensa que ha sacudido a México en
los últimos 15 años. Aunque la Fiscalía General del Estado se apresuró a señalar
que la muerte se enmarcó en un "conflicto intrafamiliar", las
investigaciones apenas comienzan y no se descartan otras
hipótesis, entre ellas de que haya sido ultimado a causa de su
profesión. Ismael Díaz colaboraba en la cobertura de asuntos criminales
en el diario El Criollo, que pertenece al grupo Editorial
Acuario, que edita el periódico Tabasco Hoy, uno de los más
influyentes del estado del mismo nombre. Díaz fue asesinado dentro de su propia vivienda ubicada en el
barrio Revolución del municipio de Teapa, en circunstancias
confusas. Vecinos dijeron haberlo salir de la casa con una herida en el
pecho por lo que solicitaron una ambulancia para trasladarlo a
Villahermosa, la capital de Tabasco, a 50 kilómetros de
distancia, para ser atendido, pero falleció mientras era llevado
al hospital. Según el diario Tabasco Hoy, Díaz tenía problemas personales
con su ex esposa Juana Pérez, quien hace días lo había amenazado
y advertido que no se acercara a sus hijas gemelas que este mes
cumplen 15 años. Artículo 19, una organización internacional que auspicia la
defensa de la libertad de expresión, exigió a las autoridades
"esclarecer" el asesinato y pidió a la procuraduría General de
la República (PGR) atraer el caso, además de "agotar todas las
líneas de investigación hasta hallar a los responsables". La situación de inseguridad e incertidumbre que enfrentan los
periodistas mexicanos sobre todo en zonas azotadas por la
criminalidad se ha venido agudizando en los últimos meses. Apenas el 5 de mayo último, el reportero Armando Saldaña, de
la emisora de radio "La Ke Buena" y el diario "Crónica", en
Tierra Blanca, estado sureño de Veracruz, fue asesinado de
cuatro balazos en la cabeza en el estado sureño de Oaxaca. En febrero último, fue acribillado Moisés Sánchez, director
del semanario La Unión, del estado de Veracruz, costas del Golfo
de México, donde hasta ahora se contabilizan 12 periodistas
asesinados desde 2010. El 11 de agosto de 2014 fue asesinado en Cosolapa el
periodista Octavio Rojas, corresponsal en Oaxaca del diario "El
Buen Tono" del estado de Veracruz, uno de los más afectados por
asesinatos de periodistas, y quien solía publicar noticias en
torno a la mafia dedicada al robo de combustibles. En febrero pasado, periodistas del sur de Veracruz enviaron
una carta al presidente Enrique Peña Nieto para reclamar
"protección" en todas las zonas donde desempeñan su labor. Los estados con mayor número de homicidios de comunicadores
de enero de 2000 al 31 de enero de este año son Veracruz y
Chihuahua (norte), cada una con 16 periodistas asesinados. En cuanto al número de periodistas desaparecidos durante
estos 15 años, el mayor número se registra en los estados de
Veracruz, Tamaulipas y San Luis Potosí. El presidente del PEN Internacional, John Ralston Saul,
afirmó hace poco que debe garantizarse la libertad de expresión
y el ejercicio periodístico en México "a fin de que la violencia
no se trague a la democracia mexicana". La ONG "Reporteros sin Fronteras" señaló en un reporte
reciente que México es "el país más mortífero del continente
americano para los periodistas".
MRM-ADG/MRZ
19/06/2015 20:03
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