Por Marcos Romero
CIUDAD DE MEXICO, 5 (ANSA) - Arturo Lona, obispo emérito de
Tehuantepec, la franja más angosta del territorio mexicano, y
una zona altamente conflictiva, en el estado sureño de Oaxaca,
denunció que su vida peligra debido a amenazas de muerte de
parte de invasores de una zona selvática que colinda con
Chiapas. Lona Reyes, conocido como "el obispo de los pobres", uno de
los últimos exponentes de la Teología de la Liberación y figura
protagónica en las luchas de comunidades indígenas contra la
discriminación y la exclusión, ya había recibido advertencias de
este tipo, pero en los últimos días se intensificaron. Ordenado sacerdote en 1952 y consagrado obispo de Tehuantepec
en 1971 por el papa Paulo VI, renunció a este cargo en 2001. Pero aunque es un hombre retirado, el anciano clérigo de 89
años no ha cesado de trabajar al lado de grupos sociales
azotados por la pobreza y por la explotación de sus recursos
naturales, en especial de las riquezas madereras de la región
donde fue obispo por muchos años. El religioso, que ha destacado por su defensa de indígenas
presos, dijo haber recibido mensajes de personas que le
advierten que deje su movimiento y no intervenga porque de otra
forma tendrá que "atenerse a las consecuencias". Descendiente de indígenas chichimecas, Lona atribuyó estas
advertencias a los caciques de la zona que "pagan a personas
para llevar a cabo esta intimidación, se aprovechan de su
pobreza, les dan dinero y armas de alto poder para cometer estos
actos".
El obispo, quien afirma que "los pobres son mi universidad,
de ellos he aprendido lo poco que he transmitido a la gente", se
ha enfrentado en el pasado a algunos intentos contra su vida. Una ocasión, cuando viajaba en un caudaloso río a bordo de
una pequeña lancha, narra que "tuvimos que apagar el motor
porque del otro lado estaban los invasores que nos podían
atacar". "Descendimos en el afluente para empujar la embarcación, aun
cuando tiene lagartos. Yo tenía mucho miedo, que tal que me
jalan una pata", narró hace poco al portal en línea Adn Sureste. El respetado obispo emérito denuncia que la invasión de
tierras en Las Chimalapas por parte de campesinos del estado de
Chiapas, vecino a Oaxaca -ambos estados se disputan el
territorio- es cada vez más grave, "fomentado por personas" que
desde hace unas dos décadas ya se habían beneficiado de la zona. "Ahora los riesgos son mayores y en cualquier momento puede
registrarse un hecho violento que enlute muchos hogares, dijo,
por lo que urgió a la intervención del gobierno oaxaqueño. Situada en los límites entre los estados de Oaxaca, Tabasco y
Chiapas, sureste del país, Las Chimapalas son un santuario de
importantes ecosistemas y abarca 595.000 hectáreas en las que
conviven poblaciones vegetales de selva alta, media, baja,
bosque de montaña y bosques de maderas preciosas.
Se estima que viven ahí 150 especies de mamíferos, 350 de
aves, más de 60 de reptiles, 50 de anfibios y cerca de 500 de
mariposa, además de coexistir diversas etnias de origen zoque y
maya. Lona Reyes dijo que los invasores de Las Chimalapas "no son
ningunos santos; esos hijos de la fregada me tienen de encargo:
no han dado nombres, son astutos", señaló. Hasta ahora, unas 50.000 hectáreas han sido invadidas por
"comuneros" (propietarios de tierras comunales o "ejidos") de
Chiapas. Las invasiones, según Lona, son instigadas por Hilario
Torres, representante de campesinos chiapanecos, y David Vega,
señalado como un "pistolero", lo que está provocando serios
problemas a las comunidades y apoyados por autoridades del
municipio de Belisario Domínguez, Chiapas. Los campesinos exigieron la intervención del gobernador
Gabino Cué, alertando sobre el riesgo de que "en cualquier
momento se puede registrar una situación mayor". Lona ha señalado que el problema "puede agravarse más y
derivar en situaciones violentas" inclusive "en una verdadera
masacre" pero rechazó culpar a los campesinos pobres de Chiapas
y dijo que los agricultores han sido manipulados por sus
dirigentes, a su vez respaldados por caciques.
MRM/MRZ
05/10/2015 18:06
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