(ANSA) - CIUDAD DE MEXICO, 4 ENE - El gobernador del estado
de Morelos, vecino a la capital, Graco Ramírez, una importante
figura de la izquierda, intercambió acusaciones con el alcalde
de la capital provincial Cuernavaca, el popular ex futbolista
Cuauhtémoc Blanco, a raíz del asesinato de una intendente. El homicidio de Gisela Mota, del Partido de la Revolución
Democrática (PRD), al que pertenece Ramírez, desató una polémica
luego que el mandatario local decidió imponer por decreto un
esquema unificado de seguridad, subordinando a las policías
municipales. El alcalde Blanco protestó de inmediato y calificó a esta
medida como "un golpe de Estado" contra la autoridad de
Cuernavaca, ubicada a 70 kilómetros al sur de la ciudad de
México, donde suelen tener sus residencias de descanso numerosas
familias de clase media y alta del Distrito Federal. "Me parece increíble que nombre yo al Secretario (de
Seguridad Ciudadana de Cuernavaca) y que lo saquen a patadas,
esto es un golpe de Estado del gobernador y vamos a tener
reuniones entre nosotros y vamos a ver qué podemos hacer", dijo
Blanco. El gobernador Ramírez contraatacó de inmediato y dijo en una
entrevista a la televisión que detrás del ex delantero de la
selección nacional y del club Puebla hay "gente interesada en
que los grupos criminales vuelvan a tomar el control" de
Morelos. Morelos se ubica en la zona de tránsito entre la capital y el
estado sureño de Guerrero, que actualmente es uno de los
epicentros de la ola de violencia que castiga al país.
MRM/ACZ
04/01/2016 21:43
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