Por Marcos Romero
(ANSA) - CIUDAD DE MEXICO, FEB - El Papa Francisco hallará en
su primera visita pastoral a México, que se inicia dentro de
cinco días, un país anegado por el flagelo de la pobreza, cuyos
habitantes católicos, que conforman la mayoría de la población,
esperan palabras de consuelo para superar su adversa coyuntura. La cifra de personas que no cubren sus necesidades mínimas
aumentó a 2 millones en los dos primeros años del gobierno del
presidente de México, Enrique Peña Nieto, lo cual ha mermado la
fe tradicional de los mexicanos en la Iglesia católica, según
los expertos. Las personas debajo de la línea de pobreza pasaron de 53,3
millones en 2012 a 55,3 millones en 2014, según el Consejo
Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social
(Coneval), un organismo independiente pero que brinda asesoría
al gobierno. En tres de los cinco estados que visitará el Papa ha habido
un aumentos en los niveles de pobreza, explicó el reporte. Por ejemplo, en el estado de México se incrementó 12,8%, en
Michoacán 10,7% y en Chiapas 4,7% y sólo ha disminuido 2,5% en
la capital y 0,65% en Chiapas. Frente a esta expansión de la pobreza, no es extraño que la
fe de los mexicanos haya menguado sensiblemente sobre todo en
Chiapas. En esa provincia, fronteriza con Guatemala, mientras en 1970
el 91% de las personas se declaraba católica para 2010 la cifra
bajó a 58%, según el Instituto Nacional de Estadística y
Geografía (INEGI). El censo de población de 2010 reveló que la cifra de
católicos en México descendió de 88 a 84% en una década, aunque
la Santa Sede insiste en que hay 91,89% de personas en este país
que profesan esta creencia.
El viceministro de Asuntos Religiosos, Humberto Roque, señaló
en días pasados que el gobierno no "ocultará la pobreza". "No podemos tapar el sol con un dedo, efectivamente en
México", comentó y dijo que las autoridades trabajan para lograr
mejores resultados y mejorar el nivel de vida de los mexicanos. Roque resaltó que las autoridades "tomarán nota sobre cada
expresión al respecto que realice el líder de la Iglesia
Católica" y agregó que "cualquier expresión del Papa será tomada
como un aliciente para corregir cualquier defecto que se
encuentre en la vida pública del país". En enero pasado, el presidente Enrique Peña dijo que en
México la medición de la pobreza es multidimensional, pero que
"tenemos que actuar en varios frentes, de forma simultánea, para
lograr realmente una disminución de la misma". El semanario Desde la fe, órgano oficial de la Arquidiócesis
Primada de México, señaló que el incremento del número de pobres
revela "el fracaso de las políticas públicas del gobierno" sin
importar el partido que esté en el poder. A pesar de la "enorme cantidad de recursos y programas para
abatir la pobreza", la desigualdad social es un "escándalo y una
vergUenza", afirmó. La publicación, que sobresale por sus punzantes críticas al
gobierno que no dejan "títere con cabeza" criticó a los
servidores públicos y a la clase política por "su cinismo
inmoral y escandaloso, pues están más preocupados por su
enriquecimiento y autocomplacencia, viven en medio del
despilfarro y con lujos insultantes", mientras más de la mitad
de la población "tiene niveles de vida inferiores a la línea de
bienestar". Ante el aumento del número de pobres en el país, la
Arquidiócesis señaló la necesidad de "revisar a fondo lo que
está sucediendo". La jerarquía católica advirtió que en algunos sectores de la
sociedad, entre ellos los servidores públicos, la indiferencia
ante la desigualdad social se ha convertido en "cinismo". "Cuántos años más y cuántos pobres más se necesitan para que
el gobierno y la sociedad reaccionen antes de que el populismo
haga de las suyas o la desesperanza se transforme en
violencia?", se preguntó la publicación.
MRM-MAC/MRZ
07/02/2016 20:00
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