(ANSA) - CIUDAD DE MEXICO, 11 - El gobierno del estado
norteño de Nuevo León redujo de 52 a 49 la cifra de fallecidos
por el sangriento motín carcelario en el centro penal de Topo
Chico, en la ciudad de Monterrey, que estalló esta madrugada. Miguel Treviño, Jefe de la Oficina Ejecutiva del gobernador,
informó que, de los 49 muertos, 40 están plenamente
identificados y el resto todavía hay dudas por lo que harán
falta exámenes de ADN para establecer quienes son. Cinco de los no identificados resultaron calcinados, lo que
ha dificultado la labor de los forenses para saber de quienes se
trataba. La rebelión ocurrió a raíz de un enfrentamiento entre dos
bandas rivales, pertenecientes al Cártel del Pacífico y a la
banda conocida como Los Zetas. Una de las facciones era liderada por Iván Hernández, apodado
"El Credo", y otra por Pedro Saldívar, alias el "Z-27", quienes
luchaban por el control del complejo carcelario. Durante el enfrentamiento, los reos prendieron fuego a las
bodegas de víveres sin afectar las áreas de dormitorios, según
el gobernador Jaime Rodríguez, quien fue duramente criticado por
mantenerse en silencio durante unas 10 horas desde que estalló
el motín. Los disturbios exhibieron las precarias condiciones que
imperan en el sistema carcelario mexicano, donde rige de hecho
una especie de "autogobierno", hay una gran sobresaturación y
existe un mercado negro muy activo de venta de drogas y otros
productos.
MRM/ACZ
12/02/2016 12:34
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