Por Marcos Romero
(ANSA) - CIUDAD DE MEXICO, 13 FEB - El Papa Francisco inició
anoche su primera visita pastoral de seis días a México, la
segunda reserva más numerosa del catolicismo mundial, a donde
llegó como "misionero de la misericordia y de la paz". El líder espiritual fue recibido junto con los 20 miembros de
su séquito en el Hangar Presidencial del aeropuerto de la ciudad
de México por el presidente Enrique Peña Nieto, en medio de
estrictas medidas de seguridad. Tras el aterrizaje del avión de Alitalia que trasladó al
pontífice desde Cuba, donde se encontró con el patriarca
ortodoxo Kirill, a la 19:14 locales (01:15 GMT), 15 minutos
antes de lo previsto, unas 5.000 personas que lo esperaban desde
varas horas antes estallaron en júbilo, agitando banderas de
blanco-amarillo del Vaticano. Quince minutos después apareció el Papa en la puerta del
avión y descendió las escalerillas donde ya lo esperaba el
presidente Enrique Peña y por su esposa Angélica Rivera, que lo
saludaron cordialmente.
Luego niños indígenas con vestimentas tradicionales le
entregaron un cofre con tierra de los 32 estados del país,
mientras se escuchaba el tañido de las campanas, seguidas por
las notas del "Son de la Negra", una popular melodía
interpretada por una banda de mariachis. El Papa caminó acompañado de la pareja presidencial por la
alfombra roja unos cuantos metros y le salió al encuentro otro
grupo de niños vestidos de blanco y después se apartó del
protocolo y caminó frente a las tribunas para detenerse solo
cuando alguien le llevó un niño enfermo a quien besó. Momentos después se acercó a los músicos y uno de ellos le
entregó un sombrero de charro, que de inmediato se colocó
brevemente "a la Jorge Negrete" mientras sonreía hacia las
gradas donde la gente no dejaba de gritar "Francisco, hermano,
ya eres mexicano" y "México, México". Vino luego el saludo y presentación de la comitiva que
acompaña a Francisco y a miembros del Episcopado Mexicano y
después a miembros del gabinete de Peña. El primer Papa latinoamericano, que realiza el viaje pastoral
número 12 de su pontificado y el cuarto al continente americano,
es el tercer jefe de la Iglesia católica mundial que visita
México a pocas semanas de iniciarse el Año de la Misericordia o
Año Santo convocado con motivo del jubileo de la Iglesia. Tras la ceremonia de bienvenida, donde no hubo discursos, el
jefe de Estado vaticano y Peña tuvieron su primer encuentro
privado de apenas 7 minutos en una oficina del hangar.
Casi una hora después de su arribo, Bergoglio abordó el
Papamóvil, acompañado por el arzobispo primado de México,
Norberto Rivera, para dirigirse la Nunciatura Apostólica, donde
se hospedará a lo largo de toda su estancia en México. A lo largo de su trayecto de unos 20 kilómetros en Papamóvil
fue saludado por miles de voluntarios, creyentes y curiosos
apostados en algunos segmentos a la orilla de la ruta. A mitad de camino, alguien intentó cruzar la avenida para
salir al paso del convoy y saludar al pontífice, pero tras
frenar el Papamóvil por unos segundos, reanudó su marcha luego
que la persona fue alejada por elementos de seguridad.
Finalmente, tras dar la vuelta de Churubusco a la famosa
avenida Insurgentes, la más larga de la capital, donde se
registraron verdaderos tumultos de personas que le gritaban "Se
ve, se siente, el Papa está presente", "Papa, Francisco, el
pueblo está contigo", el convoy arribó a la Nunciatura a las
20:56 horas (02:56 GMT), hora y media después de su llegada. Un impresionante dispositivo de seguridad enmarca la visita
papal en los cinco estados que visitará -incluida la capital-
con 13.250 elementos de la Policía Federal, 2.000 integrantes de
la Gendarmería Nacional, miles de efectivos del Ejército y la
Marina y policías locales instalados en zonas estratégicas. A la orilla de la Avenida Churubusco, desde la mañana del
viernes tomaron posiciones agentes y militares encubiertos y
uniformados, algunos de ellos francotiradores, en puentes,
aceras y techos de edificios. (ANSA).
MRM/MRZ
13/02/2016 17:15
|