(Programada)
Por Marcos Romero
(ANSA) - CIUDAD DE MEXICO, 16 (ANSA) - El papa Francisco
alertó hoy a sacerdotes, curas y seminaristas, en una misa
masiva en la sureña ciudad de Morelia, estado de Michoacán,
sobre el asedio de "las tentaciones" derivadas de ambientes de
"corrupción, tráfico de drogas y violencia". En el marco de la penúltima jornada de su primera visita
pastoral a México, el pontífice exhortó a los clérigos a
cuidarse de caer en "el desprecio por la dignidad de la persona,
la indiferencia ante el sufrimiento y la precariedad". También fue patente su insistencia en evitar las actitudes de
"indiferencia" y de caer en "la tentación de la resignación" que
a su juicio es una de "las armas preferidas del demonio".
"Una resignación que nos paraliza y nos impide no solo
caminar, sino también hacer camino, que no solo nos atemoriza,
sino que nos atrinchera en nuestras 'sacristías' y aparentes
seguridades (...) y no solo nos impide anunciar, sino que nos
impide alabar", dijo Francisco. "La resignación no solo impide proyectar, sino que también
impide arriesgar y transformar", agregó el jefe de la Iglesia
católica ante unos 20.000 religiosos y laicos reunidos en el
estadio Venustiano Carranza. El papa rindió homenaje a la figura legendaria del venerado
evangelizador español "Vasco de Quiroga", primer obispo de
Michoacán, conocido por los indígenas purépechas del estado con
el mote cariñoso de "Tata Vasco".
En la iglesia, los sacerdotes y consagrados no quieren ser
"funcionarios de lo divino" ni "empleados de Dios", es decir
simples subordinados, dijo Jorge Bergoglio, quien invitó a los
clérigos a participar de esa "vida divina" y tener mucho cuidado
si no comparten con los demás esa experiencia. Con este mensaje, trazó la "hoja de ruta" para la Iglesia
mexicana en el futuro, a la luz del "éxodo de almas" en el
segundo país más católico del mundo, que cuenta con sólo 93
millones de creyentes, el 83% de la población. En el altar del coliseo, antigua sede del club de fútbol
Monarcas Morelia, de la primera división, destacaba una réplica
de la Virgen de la Salud, y la silla ocupada por el pontífice,
junto con el atril y el ambón de cedro rojo fueron realizados
por artesanos de la cercana ciudad lacustre de Pátzcuaro. El Papa Francisco inició la misa recordando al arzobispo
emérito de Hermosillo, estado norteño de Sonora, Carlos Quintero
Arce, quien falleció la noche de ayer a la edad de 96 años. Monjas y sacerdotes desde muy temprano arribaron al estadio
para recibir con cantos, gritos de aclamación y gestos de
entusiasmo al Papa, llevando listones de colores y banderas del
Vaticano que ondeaban una y otra vez. Cuando el Papamóvil entró al estadio y dio la llamada "vuelta
olímpica", avanzando lentamente, numerosas religiosas y curas se
acercaron al pontífice para saludarlo y tomarle fotos con sus
teléfonos móviles. A su llegada a Morelia, en un vuelo de 50 minutos desde la
Ciudad de México, el Papa Francisco fue recibido en el
Aeropuerto por el gobernador, de Michoacán Silvano Aureoles y
Alberto Suárez Inda, arzobispo de la diócesis local, investido
como cardenal meses atrás. Aureoles le regaló una guitarra de Paracho, una ciudad de
Michoacán famosa por la fabricación de instrumentos de cuerda,
mientras se interpretaba la típica danza de "Los Viejitos de
Jarácuaro", muy popular en el país y niños vestidos con trajes
típicos del estado lo saludaban emocionados.
Tras un breve recorrido en helicóptero, el pontífice abordó
el Papamóvil y pudo presenciar a su paso un "retrato viviente"
realizado por unas 1.500 personas, donde se observaba su rostro
con la leyenda "Bienvenido a Morelia".
Michoacán fue elegido como parte de la visita papal a México
por ser uno de los estados más violentos de México, azotado por
choques sangrientos entre grupos de autodefensa y organizaciones
criminales como La Familia y los Caballeros Templarios. Sin embargo, por ahora el Papa evitó referirse a este tema en
la misa ante los clérigos. (ANSA).
MRM-ADG/MRZ
16/02/2016 19:33
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