Por Marcos Romero
(ANSA) - CIUDAD DE MEXICO, 11 MAR - Las amenazas del
aspirante presidencial estadounidense Donald Trump de estar
dispuesto a ir a la guerra con México si llega al poder para
hacerle pagar un muro que divida a los dos países tocaron fibras
sensibles en este país. No obstante, fueron consideradas poco serias por políticos y
académicos, quienes estimaron que sus advertencias son sobre
todo "una puesta en escena que difícilmente se cumplirá". Las adVertencia no por ello dejaron de calar hondo en un país
que ha sido invadido cuatro veces por tropas estadounidenses y
donde a los niños se les enseña en las escuelas elementales que
el país vecino arrebató a México la mitad de su territorio en el
siglo XIX. Las senadoras Cristina Díaz, del gobernante Partido
Revolucionario Institucional (PRI, centro) y Mariana Gómez, del
opositor Partido Acción Nacional (PAN, derecha), calificaron de
"ridícula" la declaración de Trump y la interpretaron como una
"muestra de su perfil fascista y su desconocimiento de las
leyes". Díz calificó a Trump como "un verdadero peligro para Estados
Unidos y para el mundo", mientras Gómez confió en que "la gente
reaccione, que no voten por un personaje con tan poca calidad
humana". El ministro de Agricultura José Calzada recordó a Trump que
los trabajadores mexicanos en el campo de Estados Unidos generan
50.000 millones de dólares por año a la riqueza de ese país. "El déficit comercial de los Estados Unidos, del cual habla
Trump de manera cotidiana, no es concesión, es mérito de nuestra
gente, entonces exigimos respeto", dijo el ministro. Otro legislador, el diputado Manuel Giorgana fue más lejos y
consideró que Trump es "una amenaza para la paz mundial por sus
declaraciones racistas y bélicas que rayan en la demencia".
Gustavo Madero, diputado del PAN y ex presidente de esta
organización, lamentó la postura "bélica, racista e intolerante"
del empresario de los bienes raíces y consideró prudente que el
gobierno mexicano "formule una postura clara y formal a Estados
Unidos" sobre esta declaración. Los académicos no se tomaron tan a pecho las polémicas
declaraciones de Trump. Javier Urbano Reyes, docente de la Universidad
Iberoamericana, dijo que el gobierno mexicano "ha cometido el
error de contestarle. Ya ha habido muchos Trumps, no es el
primero ni será el último", dijo. En declaraciones al famoso periodista que develó el escándalo
del Watergate, Bob Woodward, Trump dijo que para hacer pagar el
muro de 3.200 metros de largo y tres de altura que piensa
construir en la frontera bilateral México estaría dispuesto a
hacer la guerra a México. "Créeme Bob, cuando revitalice nuestro ejército, México no va
a jugar con nosotros a la guerra, te lo puedo asegurar", afirmó. En cambio, el precandidato demócrata Bernie Sanders lanzó un
guiño a México esta semana en un debate en Miami con su rival
Hillary Clinton al cuestionar a Trump por sus insultos a los
mexicanos, a las mujeres y a los negros. El gobierno mexicano había mantenido un largo silencio y una
actitud indiferente frente al discurso beligerante del
empresario. Hace un par de semanas, dio un giro a su actitud y decidió
lanzarse a la ofensiva cuando varios ministros del gabinete lo
criticaron duramente asegurando que este país nunca pagaría la
construcción un muro fronterizo. Finalmente, fue el propio presidente Enrique Peña quien días
atrás comparó a Trump con los dictadores Adolfo Hitler y Benito
Mussolini, y dijo que una retórica como la de estos personajes
fue la que detonó la Segunda Guerra Mundial. "Ha habido episodios de la historia de la humanidad,
lamentablemente, donde estas expresiones, de esta retórica
estridente, sólo ha llevado realmente a escenarios muy fatídicos
dentro de la historia de la humanidad", señaló Peña al diario
local Excélsior.
MRM-ADG/ACZ
11/03/2016 20:09
|