MONTEVIDEO, 17 (ANSA) - Uruguay llora a Alcides Ghiggia, el
último sobreviviente y héroe del "Maracanazo" que por una ironía
del destino falleció en la víspera, a los 88 años, cuando se
conmemoraba el sexagésimo quinto aniversario de aquella gesta. Los funerales del "Hijo del Viento", como lo bautizaron
alguna vez por su velocidad para atacar los arcos rivales, se
realizaban desde esta tarde en el Salón de los Pasos Perdidos
del Palacio Legislativo de Montevideo. Los restos de Ghiggia serán sepultados en el "Panteón de los
Olímpicos" del Cementerio del Buceo, uno de los más conocidos de
Montevideo y donde descansan entre otros los del poeta Mario
Benedetti y los de la poetisa Juana de Ibarbourou. La Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) fue la encargada de
dar la triste noticia en la víspera, mientras que el gobierno
declaró hoy tres días de luto nacional para que todos puedan
despedir como se merece al "último campeón". Incluso la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) expresó su
pesar y "solidaridad para con los hermanos uruguayos" al
recordar al autor de aquel gol que le dio a la "Celeste" el
triunfo por 2-1 y su segunda Copa del Mundo, en Brasil 1950. Un gol que enmudeció a un estadio Maracaná colmado por
200.000 almas, a unas 50 millones de personas en todo el país y
que devino en una de las peores pesadillas en la historia del
fútbol brasileño. Gol que lo convirtió definitivamente en ídolo y también lo
obligó a recordar una y otra vez durante más de seis décadas su
corrida por la punta derecha, la escapada al marcador Bigode y
el disparo certero que sorprendió al arquero Moacir Barbosa. Un Barbosa que apostaba en cambio a que Ghiggia habilitase a
Juan Alberto Schiaffino, autor del primer gol uruguayo, y que
terminó convirtiéndose en "chivo expiatorio" de aquella tragedia
deportiva hasta el fin de sus días. "No me pesa contar aquella jugada mil veces, fue algo
importante", rememoró alguna vez "El Hijo del Viento", que con
su velocidad se convirtió en una pesadilla para los defensores
brasileños aquella tarde. "El gol fue lo único que me quedó, porque aquí, a cada
jugador nos pagaron 500 pesos por el partido ganado y 2.500
pesos por la obtención del título. Nada más", puntualizó Ghiggia
alguna vez en una entrevista. De su autoría también la frase: "Sólo tres personas fueron
capaces de silenciar a 200.000 personas en el Maracaná: el Papa,
Frank Sinatra y yo", que pinta de cuerpo entero el sentido del
humor de un hombre respetado por propios y extraños.
"Ghiggia fue alguien que se distinguió no sólo en el campo de
juego, sino también por su extremo respeto frente a la tristeza
del pueblo brasileño después de semejante derrota", agregó la
nota de la CBF. En Uruguay, la palabra oficial llegó de boca del presidente
Tabaré Vázquez, quien expresó "un profundo dolor" y apuntó al
capricho del destino que quiso que "en una jornada que debía ser
de festejo, nos envolviera una enorme tristeza". "Recuerdo haber seguido aquel partido en el Maracaná en una
vieja radio Edison. De hecho, para escuchar mejor tuve que
meterme adentro", recordó en tanto su predecesor José "Pepe"
Mujica. "Creo que la única vez que volví a ver semejante explosión de
alegría del pueblo uruguayo fue cuando terminó la dictadura"
(1973-85), completó Mujica, quien perteneció al movimiento
Tupamaros y pasó 15 años en prisión en ese período. "Para mi generación es una especie de símbolo. No sólo por lo
que significó deportivamente, sino porque marcó una época",
completó el "Pepe", quien recordó a Ghiggia como "un hombre con
ganas de vivir hasta el final". La muerte lo sorprendió mientras miraba un partido de la Copa
Libertadores por televisión, algo habitual en él que por lo
general no iba a la cancha y que vivió sus últimos años en Las
Piedras, ciudad cercana a Montevideo. "Estábamos charlando y mirando juntos la repetición del
partido Inter-Tigres en televisión en la habitación del hospital
en el que estaba internado. Tuvo una crisis y poco después murió
de un infarto", comentó su hijo Arcadio a Tele Doce. "Fue alguien que supo querer mucho, así que me parece hasta
natural y lógico que se haya tenido que morir del corazón",
completó Mujica, palabras que también suenan como un merecido
homenaje al ídolo que se convirtió en leyenda. "Se nos fue una leyenda", fue el mensaje publicado por el
"Matador" Edinson Cavani, goleador del París Saint Germain y de
la selección nacional al igual que Luis Suárez, del Barcelona y
quien comentó: "Marcó nuestra historia". "Buen viaje campeón", publicó en las redes sociales el
capitán Diego Lugano, otro emblema de la "garra charrúa" que se
hizo carne gracias a Ghiggia.
RIG-RFL/MRZ
17/07/2015 23:20
|