Por Milagros Rodríguez
CARACAS, 17 (ANSA)- Los "bachaqueros", vendedores de
alimentos y otros productos subsidiados por el gobierno, son una
alternativa para muchos venezolanos ante el desabastecimiento y
las largas filas necesarias para comprar alimentos y otros
productos, que a menudo tienen precios elevados. Es casi medianoche pero la actividad de la economía informal
en Petare, la barriada más popular del este Caracas, no se
detiene a pesar de que el tráfico vehicular y el flujo de
personas han disminuido. A las afueras de la estación del Metro o en las calles
cercanas a la redoma (redonda) de Petare, los llamados
"bachaqueros" -personas que comercian con alimentos y otros
rubros subsidiados por el gobierno- aprovechan hasta la
penúltima hora del día para revender en sus improvisados puestos
los alimentos y productos básicos que siguen escaseando en el
país. "Hasta la 11 de la noche, hora en que cierra el Metro,
aprovechamos para revender la mercancía que se ha conseguido en
el día. A pesar de la hora siempre hay gente que viene a
comprar", destacó Andrés a ANSA durante un recorrido por la
zona. "En este país ocurre por ejemplo que la gente haga largas
colas y luego, cuando lorgran entrar al supermercado, se acabó
lo que querían comprar. Aquí no, aquí vienen, lo ven o preguntan
si hay lo que están buscando. Se llevan lo que quieren sin hacer
cola o estrés alguno", comentó. En lo de Andrés y otros de sus colegas no faltan productos
como leche en polvo y liquida, mantequilla, azúcar, café, harina
precocida, jabón en polvo, lavaplatos, desodorante, champú,
pañales desechables y papel higiénico. Los "bachaqueros" se las "inventan" para tener sus puestos
abastecidos y surtidos a pesar de la venta controlada por el
terminal de la cédula y del decreto que en octubre pasado
publicó en la Gaceta Oficial el gobierno para limitar a los
informales "vender artículos regulados".
Todo lo que se vende se ofrece sin mayor reserva, a precios
que superan con creces el valor establecido por el gobierno. "Es verdad, aquí todo se vende más caro porque nosotros
también nos matamos, haciendo las colas mientras el resto duerme
y ese esfuerzo tiene un precio que hay que cobrar", sostuvo. Venezuela registra una aguda escasez y desabastecimiento en
la mayoría de los productos básicos que el presidente Nicolás
Maduro atribuye a una "guerra económica" impulsada por los
empresarios y sectores de la "ultraderecha", con ayuda de
Estados Unidos, para desestabilizar, generar caos y violencia en
el país con miras a sacarlo del poder. Para Froilán Barrios, miembro del Frente Autónomo en Defensa
del Empleo, el Salario y el Sindicato (Fadess), la situación
para quien trabaja se está agravando "con una inflación que se
proyecta entre 120 a 150% para este año, según cifras prudentes.
El desabastecimiento y la escasez ha derivado en el bachaqueo y
ésto a su vez ha ido encareciendo aún más la vida del
venezolano". "El hecho de que un trabajador después de cumplir su jornada
deba ir a buscar un alimento o cualquier otro producto en una
cola que no sabe cuánto tiempo le consumirá, prefiere -destacó
Barrios- ir al bachaqueo, aunque eso implique pagar el producto
4 o 5 veces más por encima del precio que se consigue en el
mercado". "Todo esto evidenemente va a empobrecer mucho más a la
población y a aumentar la pobreza extrema al 45%", precisó. El economista y catedrático Jesús Casique tildó por su parte
de "insólito" los argumentos del gobierno sobre la crisis y
rechazó que "la recesión, escasez y el desastre económico sean
producto de una guerra económica". "Son humillantes las colas para adquirir escasos productos en
un país petrolero que está en niveles paupérrimos, retornando al
Siglo XIX con un modelo fracasado y primitivo", comentó. Mientras, y antes de caer la noche, personas como Francisco
García, vigilante privado de 58 años, camino a su casa en el
barrio José Félix Ribas -uno de los más grandes de América
Latina- se detiene en un puesto de ventas para abastecerse de
aceite, café, azúcar y champú. "Hay que pagar más del doble o ir al automercado que tenga el
producto que quieres y calarse con paciencia las colas, con la
esperanza de comprar algo, pero no todo, como se puede en cambio
hacer aquí. Esto -concluyó Ribas- me hace recordar con nostalgia
lo que era Venezuela, un país donde había de todo".
RED-AGR/MRZ
17/05/2015 20:03
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