Por Oscar Escamilla
BOGOTA, 24 (ANSA) - El presidente colombiano, Juan Manuel
Santos, aseguró hoy que su gobierno no desistirá en la salida
diplomática al problema generado por el cierre de la frontera
con Venezuela, en el estado Táchira, mientras 751 personas,
entre ellas 139 menores, han sido expulsadas de ese país. En un mensaje de Twitter, el mandatario dijo que la
Cancillería y el Ministerio del Interior "atenderán afectados
por cierre de frontera Vzla (Venezuela, ndr). Esa es nuestra
prioridad. No desistiremos en solución diplomática (Sic)". Por ahora, el mandatario solo se ha limitado a decir eso
respecto a lo que está ocurriendo en la frontera entre el estado
venezolano de Táchira y el departamento colombiano de Norte de
Santander, donde cientos de personas han sido expulsadas, según
ellas mismas, por razón de su nacionalidad. El sábado anterior, Santos se había referido al tema, luego
de conocerse que el gobierno de su par venezolano, Nicolás
Maduro, decretó el estado de conmoción y el consiguiente cierre
del paso fronterizo. La decisión de Maduro era una respuesta al supuesto ataque de
contrabandistas de la zona a cuatro personas, incluidos tres
militares, quienes habrían resultados heridos. Al cierre del frontera le siguió la salida masiva de
colombianos asentados en las cinco poblaciones afectadas por le
decreto, que en cifras del gobierno colombiano son hasta ahora
751 personas, 612 adultos y 139 menores de edad, de acuerdo a
cifras de Migración Colombia. "La decisión que ha tomado el gobierno venezolano es una
equivocación que afecta a tachirense y a nortesantandereanos por
igual", se lamentó el ministro del Interior, Juan Fernando
Cristo, enviado por Santos para atender la situación, que la
prensa local ya la perfila como una crisis humanitaria. La situación ha desbordado la capacidad de atención en
Cúcuta, capital de Norte de Santander, a tal punto que el
alcalde de la ciudad, Donamaris Ramírez, declaró la calamidad
pública por la masiva llegada de colombianos deportados.
Santos envió no solo al ministro Cristo a atender la
situación, sino que este lunes viajó a la zona la canciller,
María Angela Holguín, y del defensor del Pueblo, Armando
Otálora, quienes junto a las autoridades locales buscan
solucionar el problema en que se ha convertido la llegada
masiva de colombianos, muchos de los cuales llevaban años y
tenían familias establecidas del otro lado de la frontera. El jefe de la cartera de Interior, reiteró el pedido del
gobierno colombiano de "respeto por los derechos humanos de los
colombianos", exigió revisar cada caso, porque muchos fueron
sacados de sus viviendas pese a tener doble nacionalidad, al
tiempo que pidió que no se destruyan las casas de expulsados. La televisión local se encargó de mostrar la manera como los
militares venezolanos marcaron las casas de los colombianos
expulsados con una D, que significa para derruir, versión que
fue reiterada por varios de los deportados entrevistados a su
paso por la frontera. Cristo dijo que la orden emitida por el presidente Santos es
la de "firmeza y serenidad" frente a lo que está ocurriendo, al
tiempo que reiteró que "el mejor camino es el de la cooperación,
el de trabajar conjuntamente para enfrenta problemas que
preocupa al gobierno venezolano y colombiano". Caracas sostiene que la frontera es el punto por donde han
ingresado bandas paramilitares que buscan desestabilizar el
gobierno y que se encargan de desabastecer los mercados locales,
mediante el contrabando de mercancías. Al respecto, el alcalde de Cúcuta dijo con ironía que por
ahora no había visto los paramilitares de los que hablaba
Maduro, sino madres asustadas cruzando la frontera. "Yo no sé cómo dicen que aquí nos están deportando miembros
de bandas criminales o personas que manejan el gran contrabando,
no sé qué asesoría Diosdado Cabello le está dando al presidente
Nicolás Maduro que lo ha convertido en el americano más
antibolivariano, las personas expulsadas son totalmente
humildes", sostuvo Ramírez. El mandatario local dijo que el albergue destinada por una
congregación religiosa para atender a los expulsados tenía
capacidad para atender 120 personas y atiende en este momento a
200, por lo que fue necesario habilitar el coliseo de un colegio
local para recibir a más ciudadanos y que seguramente será
necesario pensar en un lugar para recibir a los que aún faltan. María Corina Machado, la dirigente venezolana de oposición,
aseguró hoy que la decisión del gobierno de Maduro busca abrir
la posibilidad de un "conflicto" que les permita mantenerse en
el poder. "El señor Maduro esta absolutamente desesperado al ver el
colapso de un estado militarista y mafioso, y ver como la
población venezolana está decidida a transitar en paz hacia la
democracia y por eso, habiendo logrado que el país esté en una
situación de conmoción interna, están buscando conflicto para
poder permanecer en el poder", precisó Machado. A la tensa calma que se vive en la frontera, ahora se suma la
inminente llegada a la zona del ex presidente Alvaro Uribe, a
quien Maduro acusa de estar detrás de todo tipo de complots
contra su país, en un aparente respaldo a los habitantes y
deportados.
YK7/ACZ
24/08/2015 20:12
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