BOGOTA, 7 (ANSA) - El gobierno colombiano inició este lunes
una "ofensiva" diplomática ante oficinas de Naciones Unidas en
Europa y Estados Unidos, para informar sobre la "situación
humanitaria" desatada tras el cierre de la frontera común con
Venezuela, ordenada por Caracas. En el marco de ese recorrido, la canciller, María Angela
Holguín, se reunió hoy en Ginebra, por espacio de 40 minutos,
con Zeid Ra'ad Zeid Al Hussein, Alto Comisionado de las Naciones
Unidas para los Derechos Humanos. "Durante el encuentro, la Ministra le expresó la preocupación
del gobierno colombiano por la situación que están enfrentando
miles de connacionales afectados por las medidas impuestas por
el gobierno de la República Bolivariana de Venezuela", dijo
Cancillería, en un comunicado. Holguín le manifestó a Al Hussein "la necesidad de que se
respeten los derechos humanos y la dignidad de los colombianos
que han soportado estigmatización, señalamiento y discriminación
por razones de nacionalidad", agrega. Recordó que desde el pasado 19 de agosto Caracas ordenó el
cierre de paso fronterizo, en el estado Táchira, que luego
devino en la deportación 1.408 colombianos por orden de
autoridades venezolanas, además de la llegada de otras 10.000
personas que "se han visto obligadas a salir del país
atemorizados". Trascendió que la jefa de la diplomacia del presidente Juan
Manuel Santos le entregó al funcionario la ONU un documento
sobre la manera en que Colombia ha atendido a las miles de
personas que han sido expulsadas del país vecino. A la reunión asistió, además de Holguín, su viceministra de
Relaciones Exteriores, Patti Londoño, el viceministro de Asuntos
Multilaterales, Francisco Echeverry, y la embajadora Beatriz
Londoño, representante permanente de Colombia ante las Naciones
Unidas y otras organizaciones internacionales con sede en
Ginebra. Previó a su viaje, Holguín aclaró que la idea de este viaje y
en general de la posición de Bogotá frente al gobierno de
Nicolás Maduro, no busca que se abra una causa en organismo
internacionales contra Venezuela, sino de dar a conocer su
versión sobre lo que está ocurriendo en la frontera ante esos
organismos. La idea de que la Canciller iniciara este recorrido, surgió
la semana anterior, luego que la Organización de Estados
Americanos (OEA) descartara la posibilidad de citar a los
cancilleres del continente para debatir sobre el tema. La posibilidad de que el asunto también fuera llevado al seno
de la Unasur fue descartado por Bogotá, a raíz de la derrota
diplomática en la OEA, además de las posturas asumidas por el
presidente de Unasur, el colombiano Ernesto Samper, que en
Colombia se asumieron en favor de Caracas, y para evitar un
nuevo desastre de la diplomacia local en un escenario en el que
el gobierno de Maduro se siente más cómodo. Tras su paso por Europa, la canciller se entrevistará el
próximo miércoles en Nueva York con el secretario general de
Naciones Unidas, Ban Ki Moon, con quien también hablará del
asunto. Mientras Colombia toca las puertas de organismos
internacionales, en el paso fronterizo se dio apertura hoy a la
circulación de cientos jóvenes del lado venezolano que estudian
en Cúcuta, la ciudad colombiana próxima a la línea fronteriza,
en lo que parece ser un primer paso para superar la crisis. También se habilitó el paso de trabajadores colombianos que
laboran en empresas venezolanas, siempre y cuando tengan los
permisos de rigor y se compruebe el vínculo laboral.
Durante el fin de semana, tanto el presidente Santos, como su
par venezolano, Nicolás Maduro, hablaron públicamente de la
posibilidad de reunirse para sortear la situación, sin que hasta
ahora se conozca el día y lugar donde se llevaría a cabo ese
encuentro. Santos ha condicionado su eventual reunión con Maduro a la
creación de un "corredor humanitario" para los cerca de 2.000
estudiantes de la zona, algo que se dio, así como permitir que
los expulsados recuperen los enseres que dejaron en Venezuela y
a que Caracas aplique su normatividad vigente en caso de más
deportaciones. Esta tarde se espera que el gobierno colombiano declare la
calamidad económica para la zona de frontera, con el fin de
acceder a recursos para enfrentar la crisis y eventuales
soluciones gubernamentales al problema. Colombia y Venezuela atraviesan por un crisis diplomática, la
primera en los últimos cinco años, luego que Caracas cerró su
frontera, en repuesta a lo que denunció como un ataque a
militares por parte de presuntos contrabandistas, en un afán por
frenar el supuesto avance de los paramilitares en la región y el
contrabando.
YK7/ACZ
07/09/2015 19:55
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