Por Oscar Escamilla
BOGOTA, 9 (ANSA)- La ex senadora colombiana Piedad Córdoba, a
quien el gobierno de Bogotá considera cercana al Ejecutivo
venezolano, pidió hoy a los mandatarios de los dos países abrir
una mesa de discusión para poner fin a la crisis diplomática
causada por el cierre de la frontera común. "Yo apelo al cariño y a la amistad que le profeso a Nicolás
Maduro y al respeto que siento por el presidente (Juan Manuel)
Santos para que no se pongan a oír ruidos extraños de ningún
lado, ni ruidos de quienes tienen intereses, y que se sienten
ya, que es lo que el país quiere", precisó Córdoba. La ex senadora hizo parte del círculo de amigos del fallecido
presidente venezolano Hugo Chávez, al punto que empezó a ser
vista con recelo desde su país, en particular por el ex
presidente Alvaro Uribe (2002-2010). La desconfianza hacia Córdoba se acrecentó luego que
gestionara y obtuviera la liberación de varios secuestrados en
poder del grupo guerrillero FARC, una acción humanitaria que ni
el gobierno ni la opinión pública le ha agradecido. La ex congresista contó que mantuvo una conversación con el
presidente Maduro, quien le expresó "la mejor intención de
sentarse con el presidente" Santos, y en respuesta ella se
ofreció como mediadora para superar la actual crisis. "Yo pongo todos mis esfuerzos al servicio de esta causa,
porque nadie me puede tachar ni de antilatinoamericanista, ni de
anticolombiana, ni de antivenezolana, todo lo contrario, creo
que recojo el discurso de unidad de Bolívar y por eso a él
(Maduro), que sé que le pueden llegar mis palabras, le reitero
mi amistad y también mi empeño en que esta situación salga
adelante", manifestó Córdoba. El presidente Santos ha reiterado su interés de dialogar con
Maduro, bajo ciertas condiciones, y solo ha aceptado a Uruguay
como mediador en la situación, lo que deja poco margen para que
el ofrecimiento de Córdoba sea aceptado por el gobierno de
Bogotá. La crisis entre los dos países lleva 19 días desde el momento
en que Caracas ordenó el cierre de la frontera común en el
estado de Táchira, el decreto del estado de excepción en cinco
municipios de la zona, y la posterior salida masiva de miles de
colombianos de ese país. Caracas alega que el cierre obedece al interés de frenar el
contrabando que afecta su economía, cerrarle el paso a la
violencia en la región, que presumen es de origen paramilitar, y
para detener el desequilibro cambiario entre las dos monedas y
sus estímulos perversos.
Pese al interés de algunas naciones en mediar o buscar
soluciones al problema, la situación se ha ido agravando, al
punto que el gobierno Maduro ordenó en la víspera el cierre de
un segundo paso fronterizo a la altura del estado Zulia, frente
al departamento colombiano de La Guajira. Los dos países han hechos esfuerzos diplomáticos ante la
comunidad internacional y organismos multilaterales para
defender sus posiciones frente al tema, con lo que el asuntó
pasó de ser un problema entre vecinos a una situación que
concita el interés regional. El martes, la canciller colombiana, María Angela Holguín,
visitó al secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-Moon, a
quien le explicó lo que Bogotá ha dado en llamar "problema
humanitario", en referencia a la salida masiva de sus
compatriotas desde el país vecino, al parecer atemorizados por
posibles represalias de autoridades venezolanas. La embajadora colombiana ante la ONU, María Emma Mejía, dijo
hoy que durante ese encuentro la canciller Holguín le enseñó al
secretario general de Naciones Unidas una serie de videos,
fotografías y testimonios de las personas que salieron de
Venezuela, lo que lo habría "conmovido". "Por primera vez veo al secretario Ban Ki-Moon conmovido por
una situación. El video que le presentó la Canciller y la
imágenes que vio y las declaraciones de algunos de los
deportados le hicieron entender el problema humanitario",
aseguró Mejía. Aseguró que el secretario general de la ONU "ofreció todos
sus buenos oficios si es que llegara a necesitarse" para que los
dos países superan la actual crisis. Finalmente sostuvo que Ban habló con la canciller Holguín de
su encuentro de la semana pasada en China con el presidente
Maduro, y le confirmó que el próximo viernes recibirá en Nueva
York a la ministra de Exteriores de Venezuela, Delcy Rodríguez,
con quien hablará de la posición de esa nación frente al
problema. La posibilidad de que se concrete una pronta reunión entre
Santos y Maduro está lejana, pese a que ambos mandatarios han
manifestado su deseo de reunirse, en parte por la posición
asumida por los dos países y las recientes decisiones de Caracas
con el cierre de un segundo paso fronterizo. "Las condiciones que exigimos son las mismas, nosotros
insistimos en que sí queremos y tenemos toda la buena
disposición para dialogar, pero por ahora las circunstancias
están complicadas", deslizó el martes Holguín a periodistas en
Nueva York, tras su visita a la sede de Naciones Unidas. Por su parte, el diario El Tiempo aseguró hoy que esta semana
llegaría a Cúcuta, la ciudad colombiana que ha recibido la
mayoría de expulsados de Venezuela, una comisión de la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), para conocer de
primera mano lo que ha sucedido, luego que Colombia presentará
el caso ante esa instancia.
YK7/MRZ
09/09/2015 20:23
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