FORTALEZA, 13 (ANSA) - Brasil se desquitó hoy con Venezuela de la derrota sufrida con Chile de visitante en su regreso a las eliminatorias sudamericanas y salió de pobre en la segunda fecha con un triunfo por 3-1 de local.
    Un saldo de goles en cero porque había caído 2-0 ante la "Roja" en el inicio del camino a Rusia 2018 esta "canarinha" que tampoco había contado con el suspendido Neymar y que hoy encontró en Willian a su mejor intérprete.
    El delantero del Chelsea madrugó y Dios lo ayudó, pues puso en ventaja al equipo de Dunga en la primer jugada del partido cuando iban apenas 42 segundos, marcando así el gol más rápido en las eliminatorias sudamericanas.
    William, autor también del segundo a los 42' luego de una gran jugada colectiva, mejoró la marca establecida por su compatriota Ronaldo rumbo al Mundial de Alemania 2006.
    En aquel triunfo de Brasil por 3-1 sobre Bolivia en San Pablo, el "Fenómeno" abrió el marcador al minuto de juego, una "eternidad" comparado con los 11 segundos que precisó el turco Hakan Sukur para marcar el más rápido en la historia de los Mundiales en Corea-Japón 2002.
    A William le alcanzó para marcar diferencias aprovechando al máximo una nueva desinteligencia de la zaga venezolana tras una mala salida, "item" que tan caro le había costado en la derrota por 1-0 con Paraguay el sábado.
    La "Vinotinto" se durmió en la agonía de aquel partido en Puerto Ordaz y hoy repitió en el amanecer del duelo con Brasil, que contó con William para recuperar los tres puntos perdidos en el debut y se hizo fuerte en el "Castelao".
    Una Fortaleza, como la ciudad que lo alberga en el nordeste del país destinado a albergar las próximas presentaciones de la "canarinha" cuando juegue de local en estas eliminatorias.
    Eliminatorias a las que se suma tras su ausencia por haber sido anfitrión del pasado Mundial agregando un candidato molesto para todos en la lucha por una de las cuatro plazas y media.
    Aunque no le sobró nada, Brasil festejó su primer triunfo en el torneo y llega más entonado al "Clásico sudamericano" del 12 de noviembre, por la tercera fecha, ante una Argentina que sumó derrota (0-2 con Ecuador) y empate (0-0 con Paraguay).
    Será posiblemente en una sede distinta a Buenos Aires. Se mencionó a Mendoza y a Córdoba como opciones al estadio Monumental, donde cayó ante Ecuador y había perdido por primera vez en eliminatorias ante Colombia (5-0) rumbo a USA 94.
    Ante Brasil había sufrido su segunda derrota como local en eliminatorias, pero en la ciudad de Rosario, donde cayó 3-1 al mando por entonces de Diego Maradona, que "es más grande que Pelé", cantaban pese a todo los hinchas por entonces.
    En esta nueva edición del clásico, Brasil recuperará a Neymar, cuyo compañero y amigo en Barcelona, Lionel Messi, está prácticamente descartado por la lesión en su rodilla izquierda, aunque tratándose de Messi nadie lo da por descontado.
    Mal no le vendría, no a él sino a Argentina, que no encontró nunca su juego en el debut y hoy ante Paraguay tampoco supo cómo recuperar de visitante los tres puntos resignados como local con una alarmante falta de ideas y hasta de puntería.
    Brasil no debería fiarse, sobre todo por lo visto hoy en algunos pasajes del partido, como cuando el equipo de Noel Sanvicente descontó a los 63' por el muslo de Christian Santos en un centro que desnudó falencias defensivas del local.
    Por suerte para Dunga, del otro lado también se repitieron desatenciones que le permitieron a Ricardo Oliveira decretar un más tranquilizador marcador de 3-1.
    Venezuela, con Tomás Rincón como conductor, no encontró un socio para el jugador del Genoa, aunque había contado con otra chance tras un cabezazo de Gabriel Cichero a los 37'.
    Después, Willian resolvió con personalidad tras una gran jugada de Filipe Luis escalando por izquierda para enviar un centro al corazón del área que Oscar dejó pasar y le quedó servida al goleador de la velada para el 2-0. El empate sumó incertidumbre, pero el tercer gol de Brasil sentenció el pleito y sepultó las ilusiones de la "Vinotinto" Brasil salió de pobre y aunque el camino a la clasificación es largo, mejor empezar a desandarlo ganando. Así lo entendieron Uruguay y Ecuador, que refrendaron sus resonantes triunfos en el estreno con otra actuación contundente.
    La "Celeste" de Oscar Tabárez venía de lograr un inédito triunfo en la altura de La Paz ante Bolivia (2-0) y hoy dio cuenta de Colombia, a la que derrotó por un categórico 3-0 en el Centenario de Montevideo, escenario de grandes hazañas. Y tuvo doble mérito porque volvió a lograrlo sin sus goleadores: Luis Suárez y Edinson Cavani, cuyas ausencias obligaron a vestirse de artillero al zaguero Diego Godín, uno de los tres que tiene hasta ahora esta eliminatoria.
    Godín, el de los goles claves para Atlético Madrid, venía de marcar en la altura y hoy repitió en el llano con una palomita para encuadrar que marcó el camino a la victoria, decorada con otros dos tantos de gran factura.
    Ecuador, que dio la sorpresa del debut derrotando a Argentina, repitió hoy en un estadio Olímpico Atahualpa que lucía anegado en el inicio del partido y flamante cuando paró la lluvia y escurrió el agua.
    Una capacidad de desagote envidiable la del escenario que facilitó el estilo de juego del equipo comandado por el argentino Gustavo Quinteros ante la Bolivia de Julio César Baldivieso, que dio pelea más allá del resultado final.
    Uruguay y Ecuador miran desde lo más alto al cabo de la primera doble fecha. Chile, que visitaba a Perú en duelo de técnicos argentinos (Jorge Sampaoli y Ricardo Gareca), podía sumárseles al cierre de la jornada si repite lo hecho en Santiago. RED-RFL/MRZ
14/10/2015 19:54