Por Milagros Rodríguez
(ANSA) - CARACAS, 19 ENE - Duras controversias y críticas
continuó desatando hoy en Venezuela el decreto de emergencia
económica dictado por el presidente Nicolás Maduro, quien se
aprestaba a anunciar la agenda que desplegará durante 2016 con
miras hacerle frente a la crisis. La medida que será analizada "a fondo" a por una comisión
especial del Parlamento con mayoría opositora, recibirá a los
representantes del Ejecutivo en el área económica y será
sometida a su aprobación o no este viernes. "Esperamos que esta semana venga el presidente del Banco
Central de Venezuela (BCV Nelson Merentes) a la Asamblea
Nacional a explicar cifras de inflación y tiene que venir
también el presidente de Pdvsa (Eulogio del Pino) a explicar la
propuesta de aumentar la gasolina", dijo el diputado Julio
Borges, jefe de la bancada opositora. Borges indicó que recibirán toda la información por parte del
gobierno para "lograr que esas medidas se tomen" tras cuestionar
el decreto no contiene temas cruciales como el empleo y la
producción nacional. "Por qué el Gobierno quiere resolver su crisis económica
agravando la crisis económica del pueblo? Por qué el gobierno
quiere que el pueblo sea quien se apriete el cinturón y no el
Gobierno? Estamos en sintonía con una Venezuela que sufre y que
merece progreso y oportunidades", afirmó. El decreto que de ser aprobado por la mayoría opositora que
integra el Parlamento le otorgaría plenos poderes a Maduro para
legislar en temas económicos por 60 días prorrogables, establece
entre sus articulados que el gobierno podrá disponer de bienes
del sector privado para garantizar el abastecimiento de
productos básicos. "Para el sector empresarial la nueva medida resulta
contraproducente para el país y podría agravar aún más la
situación de precariedad que se vive en los hogares
venezolanos", advirtió Francisco Martínez, presidente de
Fedecámaras, principal patronal venezolana a través de un
comunicado. Destacó que "el decreto parte de un diagnóstico equivocado y
la lectura de cada uno de los ítems, es una clara manifestación
que el Ejecutivo no tiene intención de rectificar sino de
profundizar un modelo económico cuyos resultados están a la
vista". En este sentido, recordó que "la economía venezolana acumula
8 trimestres consecutivos de recesión, con la inflación más alta
del mundo por tercer año consecutivo". Martínez rechazó que la crisis sea "el resultado de una
supuesta guerra económica", como sostiene el Gobierno y precisó
que ésta "se engendró entre los años 2007 y 2008, tan pronto el
Estado emprendió varias olas de estatizaciones e intervenciones
de empresas privadas". Para el dirigente político Eduardo Fernández, presidente del
Centro Internacional de Formación Arístides Calvani, (Ifedec)
"el decreto parece que fuera más de lo mismo pero además parece
que fuera un decreto diseñado para dificultar los acuerdos y no
para facilitarlos". "Es una estrategia política para confrontar cuando el país lo
que está reclamando es políticas que permitan acuerdos,
concertación", expresó en diálogo con ANSA.
Indicó que "el parlamento debe dejar muy clara su disposición
a examinar la situación con apertura, con ánimo constructivo
pero no puede aprobar políticas con las cuales no está de
acuerdo como por ejemplo: una especie de cheque en blanco para
expropiar empresas o bienes"
"Esa política es justamente la que más daño ha hecho al país.
Venezuela requiere inversiones pero para que haya inversiones
hay un ingrediente indispensable que es confianza y un país
donde el gobierno está expropiando indiscriminadamente pues no
va haber confianza y por lo tanto no va a haber inversiones. La
salvación del país está en dos palabras: crédito e inversiones y
las dos necesitan confianza", concluyó.
RBY-ADG/MRZ
19/01/2016 21:18
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