Por Massimo Lomonaco
TEL AVIV, 1 (ANSA)- Vera Eichmann, la mujer del ex oficial de
las SS Adolf Eichmann, que planificó el extermino de 6 millones
de judíos, visitó a su marido en la prisión de Ramle, en Israel,
antes de ser ahorcado. A 53 años de la ejecución, acontecida el 31 de mayo de 1962,
los archivos del Estado israelí, citados por los medios de
prensa, revelaron una historia ignota para la mayoría de la
gente, que involucra a los líderes judíos de ese tiempo, Ben
Gurion y Golda Meir, incluso.
Vera Eichmann remitió la solicitud a través del abogado de su
marido, Robert Servatius, al entonces ministro de Justicia, Dov
Joseph, que el 18 de marzo de 1962 informó al gobierno del
pedido. El ministro Joseph acompañó el informe con un breve informe
al ministro Ben Gurion sobre el riesgo de críticas de parte de
la comunidad internacional ante un posible rechazo de la
solicitud. La única condición que proponía para la visita al criminal
nazi condenado a muerte era que permaneciera en secreto y que
sucediera rápidamente. El mismo día, el gobierno, a través de la Comisión de Asuntos
Exteriores y Defensa, debatió la cuestión. Los archivos -citados por los medios - revelan también que no
fue un discusión larga: la ministra del Exterior, Golda Meir, no
expuso objeciones, subrayando que no tenía sentimientos
especiales hacia su esposa Eichmann, ni razones para impedir la
visita. Por otra parte, en su opinión, la visita de Vera Eichmann no
podía constituir un peligro para el Estado Judío. "Imagino que todos nosotros aceptamos completamente esta
ejecución, mas solo que ahora - se limitó a decir lúcidamente -
será mucho más 'justa' en el mundo ya que la conciencia es ahora
mucho más grande de como era durante la Shoah". Antes del encuentro se tomaron precauciones - como reclamó un
diputado miembro de la comisión - para evitar que Vera Eichmann,
ayudase de cualquier modo al marido a "pasar al otro mundo", de
modo diverso de como había sentenciado el tribunal, después de
la captura del SS en Argentina y su traslado a Israel por
agentes del Mossad. Obtenido el permiso, Vera Eichmann a fines de abril
-recuerdan los archivos del Estado, citados también por Jta - se
embarcó a Zurich en un vuelo de Swissair con su nombre de
soltera, Loeb. En el viaje fue acompañada por Else Gruder, secretaria del
abogado Servatius: las dos mujeres llegaron al aeropuerto en
Lydda de Tel Aviv (como entonces se llamaba el Ben Gurion) y
permaneció a bordo hasta que descendieron todos los demás
pasajeros.
Luego fueron conducidas por los servicios de seguridad
israelíes por una salida secundaria del aeropuerto, después de
la verificación de documentos. Desde allí, en automóvil fueron transportadas directamente a
la prisión de Ramle, en el centro de Israel, no muy lejos del
aeropuerto.
El registro de la cárcel indica que Vera "Loeb"' entró en la
prisión a las 00:20 el 30 de abril y salió a la 1:43.
En esa cantidad de tiempo - de acuerdo con las mismas
fuentes- se reunió con su marido en dos ocasiones: la primera,
la más larga, a través de la mampara de cristal y auriculares
para hablar.
La segunda vez - mucho más corta - casi sólo para decir
adiós.
Finalizados los coloquios, la mujer de Eichmann y Else Gruder
fueron trasladas a un lugar desconocido donde pasaron el resto
de la noche. A la mañana siguiente, las fuerzas de seguridad las
embarcaron en el primer vuelo que partió hacia Zurich. A las 10.00 del mismo día, Adolf Eichmann - el hombre que
había organizado materialmente, después de la Conferencia de
Wannsee, la muerte de seis millones de Judíos - pidió lápiz y
papel. A mano - muestra el registro de la prisión - Eichmann
escribió "gracias" al director por permitirle ver a su esposa
por última vez.
Un mes más tarde Eichmann, cuyo juicio en Jerusalén fue
relatado por la filósofa Hannah Arendt en el libro-informe "La
banalidad del mal", fue ahorcado por crímenes contra la
humanidad: la única sentencia de muerte impuesta por el Estado
judío.
(ANSA).
LC-AEF/MRZ
01/06/2015 21:56
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