Por Alberto Zanconato
BEIRUT, 15 (ANSA)- De la crisis siria a las guerras en el
Africa subsahariana; de los migrantes muertos en los naufragios
durante su travesía en el Mediterráneo a los muertos de hambre y
sed en las embarcaciones en el sudeste asiático, el mundo vive
"la más grave crisis de los refugiados desde la Segunda Guerra
Mundial". El cuadro de situación fue expuesto hoy en Beirut por
Salil Shetty, secretario general de Amnistía Internacional. Con
sus respuestas insuficientes, apuntó, la comunidad internacional
"está condenando a muerte a miles de personas". En un informe titulado "La crisis global de los refugiados,
la conspiración del descuido", Amnistía recordó que son 50
millones en todo el mundo las personas que fueron obligadas a
abandonar sus casas. De ellas, 16 millones son oficialmente
reconocidas como refugiados. Cuatro millones son los refugiados por el conflicto civil
sirio, en un 95 por ciento albergados en las limítrofes Turquía,
Líbano, Jordania e Irak. Otros 3,3 millones son los refugiados
por la guerra en la región subsahariana de Africa, aquellos que
Shetty define como "las crisis olvidadas".
Y las cosas parecen destinadas a empeorar. El objetivo de los
combates en países como el Sud Sudán y la República
Centroafricana hicieron que nuevos flujos de refugiados se unan
a aquellos que huyeron de Somalia, Sudan, Eritrea y Etiopia.
En cuanto a los inmigrantes que atraviesan el Mediterráneo en
embarcaciones precarias, Shetty subrayó que al 31 de mayo de
este año los muertos suman 1.865, respecto a los 425 del 2014,
cuando a fin de año el balance fue de 3.500 víctimas. En el
sudeste asiático, en cambio, 300 personas murieron en el Mar de
las Andamanes en los primeros tres meses del 2015 a causa del
hambre, la deshidratación y abusos por parte de los traficantes
de personas. "La actual crisis -afirmó Shetty- no podrá ser resuelta si la
comunidad internacional no reconoce que se trata de un problema
global que requiere a los Estados reforzar significativamente la
cooperación internacional". Como primera medida, Amnistía pidió "un compromiso para
relocalizar un millón de refugiados antes de los próximos cuatro
años" y la constitución de un "fondo global para los refugiados"
para ayudar a los países que albergan grandes poblaciones de
refugiados". En Líbano, por ejemplo, hay un refugiado cada cuatro
habitantes y desde el inicio del 2015 las autoridades
introdujeron nuevos criterios para seleccionar a los sirios que
ingresan al país. El resultado fue que en los primeros tres
meses del año los sirios registrados en el país por el Alto
comisionado de la ONU para los refugiados (Acnur) fueron 80 por
ciento menos respecto del mismo período del 2014.
ZC/ACZ
15/06/2015 21:05
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