Por Alberto Ferrari
BUENOS AIRES, 20 (ANSA)- La alergia a la proteína de la leche
de vaca (APLV) es una de las más comunes de la infancia y se
estima que afecta a uno de cada 40 recién nacidos, reveló un
simposio internacional realizado en Buenos Aires. El diagnóstico sobre la alergia a la proteína APLV, fue
difundido por especialistas en pediatría que participaron del
Quinto Simposio Internacional sobre Alergias Alimentarias. La alergia a la proteína a la leche de vaca APLV afecta a 1
de cada 40 recién nacidos y se presenta mayoritariamente durante
el primer año de vida y luego, con menor frecuencia de
aparición, va disminuyendo conforme a la edad de los pacientes,
señalaron los especialistas. La APLV muchas veces se confunde con otras afecciones, lo que
atenta contra la velocidad y certeza del diagnóstico.
Generalmente se manifiesta con trastornos gastrointestinales
(vómitos, diarreas, náuseas, cólicos, en el 60% de los casos),
dermatológicos (erupciones cutáneas, urticaria, 50%),
respiratorios (3 de cada 10) y otros síntomas menos frecuentes
como rechazo alimentario, llanto inconsolable, anafilaxia,
inestabilidad y falla de crecimiento.
Los profesionales estimaron que en promedio se demora un año
en alcanzar un diagnóstico preciso de la APLV y ese retraso
puede impactar desfavorablemente en el crecimiento normal del
niño, con consecuencias como bajo peso (1 de cada 5 chicos) o
baja talla (14% de los afectados), precisó el informe. Christian Boggio Marzet, coordinador del grupo de
Gastroenterología y Nutrición Pediátrica del Hospital Ignacio
Pirovano de Buenos Aires, afirmó que "una reciente encuesta que
involucró a médicos pediatras, arrojó que el 96% coincide en que
la APLV no tratada correctamente puede ocasionar consecuencias a
largo plazo en el bebé".
Mario Vieira, médico del Centro de Gastroenterología
Pediátrica del Hospital Pequeño Príncipe de Curitiba, Brasil,
subrayó que "la prevalencia de la APLV va en aumento y los casos
se presentan cada vez más graves".
"Un diagnóstico precoz permite disminuir la posibilidad de
utilizar drogas innecesarias y con riesgos potenciales, una
menor ansiedad de las mamás y de todo el grupo familiar, una
reducción en el riesgo de interrumpir la lactancia materna y una
mayor posibilidad de prevenir alteraciones nutricionales y de
asegurar un adecuado desarrollo en peso y altura", reveló
Vieira. El diagnóstico de la alergia a la proteína de la leche de vaca
se basa en 3 pilares: la evaluación clínica y el análisis de la
historia clínica del paciente, la eliminación inmediata de la
leche de vaca en su alimentación (dieta de exclusión), y el
"desafío alimentario", que consiste en administrarle al niño
alimentos ricos en proteína de leche de vaca para confirmar si
se produce o no una reacción alérgica al alimento.
Jorge César Martínez, médico pediatra especialista en alergia
e inmunología y docente de Inmunología de la Universidad del
Salvador de Buenos Aires, explicó que "para llegar al
diagnóstico de la APLV nuestra primera herramienta es el
interrogatorio y debemos estar atentos a los signos y síntomas
iniciales de esta enfermedad".
"En los primeros meses de vida la irritabilidad y los cólicos
pueden ser un primer indicio de APLV, pero luego suelen
presentarse otros síntomas más característicos como los
digestivos (vómitos y sangrado en la materia fecal) o las
reacciones cutáneas (erupciones en las mejillas y urticaria en
el resto del cuerpo)", detalló. Martínez afirmó que "debemos tener en cuenta que las
enfermedades alérgicas alimentarias, de las cuales la APLV es
una de ellas, han aumentado considerablemente en estas últimas
décadas, y su mayor incidencia se da en la niñez".
AEF-ADG/MRZ
20/06/2015 19:24
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