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PALERMO, ITALIA, 1 (ANSA) - Sicilia es un laboratorio de la
naturaleza donde la biodiversidad se transforma en verdaderas
excelencias enogastronómicas.
El olivo, planta milenaria en este contexto, representa la
identidad compartida por todo el Mediterráneo, de pueblos que
vivieron una misma civilización y una misma cultura.
Para el aceite extra-virgen de oliva, producto símbolo de
Sicilia e ingrediente príncipe de la dieta mediterránea
protagonista del "cluster biomed" de la Expo 2015, llegó a una
gran meta: la denominación de origen.
El pasado 29 de enero el ministerio de Políticas Agrícolas
reconoció la protección transitoria del aceite extra-virgen de
oliva conforme a los requisitos de la producción de la IGP
(Indicación Geográfica Protegida) Sicilia.
La conquista de la denominación de origen representa una
verdadera revolución para los productores y una garantía para
los consumidores que se aseguran las bondades y lo genuino del
aceite siciliano.
El 'brand' Sicilia es reconocido a nivel internacional por su
capacidad de evocar una mezcla de culturas, belleza, bondades y
tradiciones.
Por esto nació la ruta para la constitución de una marca
única regional útil para introducir el aceite extra-virgen de
oliva en los mercados mundiales y que sea sinónimo de calidad y
seguridad.
Sicilia es la segunda región, luego de la Toscana en haber
obtenido el reconocimiento de la Indicación Geográfica Protegida
que se funda en dos cosas muy importantes: pueden ser
certificadas solo variedades autóctonas y todas las fases de
producción, transformación y embotellamiento deben provenir de
Sicilia.
La biodiversidad del territorio siciliano es seguramente
cómplice de la calidad del aceite.
"Existen más de 50 variedades", explicó Mauricio Lunetta,
presidente del Comité Promotor del IGP Sicilia.
Detrás de cada fruto, desde el más pequeño al más grande,
existe la historia, la cultura de pueblos diferentes, pero
también la narración de fórmulas y platos genuinos al mismo
tiempo.
(ANSA).
AC/MRZ
01/07/2015 19:30
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