Por Alberto Ferrari
BUENOS AIRES, 4 (ANSA)- La astronomía se ha democratizado
desde el lanzamiento del telescopio Hubble y miles de personas
participan voluntariamente en los programas de investigación que
se generan a partir de su base de datos, señaló el científico
argentino Daniel Golombek, integrante durante dos décadas del
Instituto del Telescopio Espacial de Estados Unidos.
Golombek es autor de "El telescopio de las estrellas" que
explica el ingreso de la astronomía en la "Big science" (Gran
ciencia) desde el lanzamiento del Hubble en abril de 1990. El astrónomo argentino, residente en Estados Unidos, afirmó
que existe en la actualidad el "ciudadano científico" porque
"cualquiera puede acceder a proyectos de clasificación de
galaxias o de exploración de los cráteres de Marte". El Hubble durante sus 25 años de explotación en el espacio
"ha generado tal catarata de datos que supera a la población
científica formal y en consecuencia se habilitaron estos
programas de investigación compartida a través de Internet",
explicó Golombek. En estos programas puede participar el "ciudadano científico"
con un mínimo entrenamiento previo, sin necesidad de estudiar en
Harvad o en alguna universidad", agregó el científico argentino,
cuya historia del Hubble acaba de ser editada en castellano por
Siglo Veintiuno. Además existe "una democratización de la astronomía porque el
Hubble generó en la gente un acercamiento emocional, se
convirtió en el telescopio del público y hubo campañas hasta en
los colegios secundarios de Estados Unidos para seguir
financiando su funcionamiento", explicó Golombek a ANSA. Golombek trabaja desde 2013 en la División de Educación del
Instituto Americano de Física (AIP) en Baltimore y entre 1983 y
2012 estuvo involucrado en el proyecto de Hubble que, de alguna
manera, ya es el pasado de la astronomía. Además, durante dos años y medio fue "Científico Visitante"
en la sede central de la NASA, donde estuvo a cargo de los
aspectos operativos de doce observatorios espaciales y tres
programas de subsidios a la investigación. "El próximo telescopio que será lanzado al espacio en 2018 es
el Webb que tendrá seis metros de largo, mientras que el Hubble
tiene 2,4 metros. El Webb con sus protectores solares
desplegados tendrá el tamaño de una cancha de tenis y su costo
es de 8,8 mil millones de dólares, mientras que el Hubble costó
1,6 mil millones", comparó el científico argentino. El Webb explorará agujeros negros y galaxias ubicadas a
1.200.000 kilómetros de la tierra, siempre con la misma premisa:
"saber si hay vida en otros planetas o si estamos solos", afirmó
Golombek. Además, el Webb es un proyecto "mucho más internacional",
explicó el científico argentino, ya que participan las agencias
espaciales de la UE y de Canadá, que aportaron algunos de sus
sofisticados componentes tecnológicos. Golombek estimó que al menos el 25 por ciento del Webb es
instrumental de procedencia europea. "Tampoco los astrónomos trabajamos solos. Hoy se imponen los
equipos y podemos estar conectados en el mismo proyecto desde
observatorios en Iowa (Estados Unidos), Córdoba (centro de
Argentina) o las Islas Canarias (España), reforzó.
"Estamos ante una nueva generación de telescopios espaciales,
pero poner en marcha estos proyectos demanda de 20 a 25 años, o
sea que el próximo después del Webb, aún de mayor tamaño, será
colocado en órbita recién para 2030", estimó Golombek.
Daniel Golombek es licenciado en Física por la Universidad
Nacional de Buenos Aires, máster en Física por The Johns Hopkins
University y doctor en Astronomía por la Universidad Nacional de
La Plata, Argentina.
Se incorporó al Instituto del Telescopio Espacial (Space
Telescope Science Institute, STScI) en Baltimore, Estados
Unidos, siendo estudiante de grado y trabajó en todas las
facetas de las operaciones científicas del telescopio espacial
Hubble.
AEF-ADG/MRZ
04/07/2015 19:27
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