Por Mónica Uriel
BARCELONA, 5 (ANSA) - "Barcelona puede morir de éxito", dijo
a ANSA la autora de un informe sobre el turismo en la ciudad, y
apeló al nuevo gobierno municipal a gestionarlo ante el "rechazo
cada vez mayor" de los habitantes hacia los turistas. "Si no se aplica una buena estrategia, se corre el riesgo de
que Barcelona se convierta en Venecia", según Marta Monedero,
coautora junto a Núria Cuadrado de "El sueño de Barcelona. ¿Una
ciudad para vivir o para ver?" (Editorial UOC). En Venecia la población autóctona pasó de los 180.000
habitantes de los años 60 a los 60.000 de la actualidad. El número de turistas que llegan a Barcelona, ciudad de 1,7
millones de habitantes, han ido aumentando hasta sumar el año
pasado 7,5 millones, lo que le convierte en la tercera ciudad
europea más visitada, luego de Londres y París. El turismo supone el 14% del Producto interior bruto (PIB)
para la ciudad. El incremento de turistas ha ido en paralelo al aumento del
malestar de los ciudadanos, que el año pasado se manifestaron
varias veces en algunos barrios de la ciudad, en especial en la
Barceloneta, en contra de la proliferación de apartamentos
turísticos. La nueva alcaldesa, Ada Colau, apoyada por Podemos, anunció
esta semana que suspenderá de forma temporal la concesión de
licencias para hoteles y apartamentos turísticos para elaborar,
mientras tanto, un nuevo plan regulador para el sector.
"Hay un hartazgo cada vez mayor. Hay un rechazo porque el
turismo ha acrecentado las desigualdades, ha encarecido las
viviendas y ha expulsado a la gente de sus barrios. En un
momento de crisis ha creado crispación", explica Monedero. Al aumento de turismo han contribuido el hecho de que
Barcelona se haya convertido en un hub europeo para las
compañías aéreas low cost y al aumento de la llegada de
cruceros. "La marca Barcelona sigue funcionado pero el modelo, ya no,
no se ha puesto al día debiendo a la rapidez con la que cambió
la ciudad y ahora se tiene que reformular", opina Monedero. La ciudad "siempre se ha reintentado a través de grandes
eventos", como las exposiciones universales de 1888 y de 1929, y
los juegos olímpicos de 1992, pero "el modelo a golpe de
acontecimiento ya no funciona".
Monedero pone como ejemplo Amsterdam, que "recondujo el
turismo y ya no solo es gente que va atraída por los coffee-shop
sino que ahora recibe un turismo familiar". En Barcelona se han empezado a tomar medidas como regular la
entrada de turistas en el mercado de La Boquería, en la Rambla. Monedero propone diversificar la llegada de cruceros a la
ciudad, actualmente concentrada en dos días a la semana, que los
cruceristas también paguen la tasa turística y que ésta revierta
en los vecinos".
"¿Qué ciudad queremos ser? ¿Sólo turística o también centro
de industria creativa", pregunta la autora, que considera que se
debería potenciar la industria cultural de la ciudad, donde cada
año se celebran eventos musicales internacionales como el Sonar
y el Primavera Sound.
UR/ACZ
05/07/2015 20:43
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