Por Alessandra Baldini
NUEVA YORK, 15 (ANSA) - Historias de los sin techo en el
Estados Unidos de la desigualdad: si un "homeless" fue rescatado
de la calle cuando se puso a tocar el piano, otro cayó en la
miseria más negra tras haber estudiado en Harvard con el
presidente de la Corte Suprema, John Roberts. Donald "Boone" Gould, de 51 años, fue salvado de la calle
cuando se puso a tocar el piano en una plaza de Sarasota, en
Florida, para ganar algunos dólares y el video de su
presentación se hizo viral en Internet, cambiándole
la vida. Gould recuperó a un hijo, un programa de televisión decidió
rehacerle el "look" y el guardarropas, recibió decenas de miles
de dólares de donaciones y una beca para completar sus estudios
musicales. Una historia de final feliz que abrió el verano
estadounidense, mientras para Alfred Postell -Harvard Law School
clase 1979- el epílogo fue la prisión, cuando el juez Motley,
por un raro destino también él un compañero de curso, lo
condenó por violación a la propiedad privada. "Me acuerdo de ti, pero no tengo elección", dijo Motley
después de que Postell anunció que quería defenderse solo, dada
su lejana experiencia en un estudio legal. La triste saga fue contada por el Washington Post: hoy,
Alfred vive en la calle en la esquina entre la 17 y la I, en el
cuadrante noroeste de Washington. No muy lejos de la Casa Blanca, y bajo los edificios de
oficinas donde -si su vida se hubiera encaminado de otro modo-
podría haber sido un "top lawyer", un abogado de relevancia. Joven negro de buenas expectativas, con tenacidad y
determinación, Alfred había escalado a las mejores escuelas a
pesar de sus humildes orígenes. Después de graduarse, en la misma clase de Roberts y del ex
senador de Wisconsin Russ Feingold, fue contratado de inmediato
en un estudio de la capital. Se hizo rico, pero luego algo pasó: fueron los primeros
síntomas de la esquizofrenia. Como John Nash, de "A Beatiful
Mind", Alfred Postell perdió la razón y tardó poco en terminar
en la calle. En una ciudad con miles de sin techo, Alfred es el que
tiene más títulos de estudio: diplomas, premios y certificados,
fósiles remotos de una vida perdida tras haber conseguido tres
titulaciones, están bajo llave en casa de su madre, Ruth. Por ahora, son pocas las esperanzas, porque a pesar del
interés de organizaciones humanitarias por sacarlo de la calle,
sigue viviendo en la esquina de la 17 y la I.
BN/MRZ
15/07/2015 19:40
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