Por Milagros Rodríguez CARACAS, 19 (ANSA)- Cada día cientos de personas -pacientes, enfermeras, médicos, cuidadores o visitantes- dejan a un lado sus preocupaciones de salud, alto costo de la vida, inseguridad, escasez y desabastecimiento para disfrutar el concierto de piano que por espacio de tres horas ofrece el lobby de un centro médico en Caracas.
    "Ese es un programa que es bienvenido por todo el que visita el Hospital Clínicas Caracas por cuanto llama mucho la atención toda vez que ayuda a las personas, les da más armonía y confort a todos los que vienen con dolor, con angustia y con todos los problemas de salud que puedan padecer", dijo el economista Rafael Schwartz, vicepresidente ejecutivo del centro, en diálogo con ANSA.
    Schwartz explicó que la iniciativa que lleva seis años funcionado -solo en éste centro médico en Venezuela- fue una idea del doctor Amadeo Leyba cuando estuvo al frente de la junta directiva y que ahora continúa bajo la presidencia del doctor Miguel Salomón.
    "El la tomó de Israel porque allá hay algunos hospitales que tienen este proyecto de poner un piano en la entrada para ayudar a las personas a tener cierta calma durante su permanencia en el centro", expresó.
    En este sentido destacó que "se trata de humanizar el ambiente ya que se ha comprobado científicamente que la música tiene un efecto mágico en las personas, que las ayuda a relajarse, a bajar la tensión mientras sus familiares son atendidos".
    Recordó que "en la época de las guerras los teatros funcionaban y la gente iba". "Lo que pasa es que desgraciadamente aquí eso se ha limitado por los índices tan altos de inseguridad y la crisis económica que golpea todo", añadió el galeno.
    "Pero el hecho de que estemos en crisis no quiere decir que no podemos escuchar música, al contrario; la música es el remedio para la persona que tiene una crisis por cualquier circunstancia, es como un sedante que nos ayuda, a lo mejor, a resolver algunos problemas de la vida", comentó.
    Y eso lo sabe de sobra Francisco Cova, quien de lunes a viernes se sienta en el banquillo del piano y rasguea, entre otros, piezas del italiano Andrea Bocelli, del francés Richard Clayderman o del venezolano Simón Díaz.
    "Yo toco todo menos reggaetón, eso no entra en mi repertorio y por lo general siempre consigo personas que me felicitan porque a través de la música han comprendido la situación que vive o padece su familiar enfermo", dijo Cova en conversación con ANSA.
    Cova, un contador de 60 años, precisó que empezó a tocar desde los siete y aunque estudió música en el conservatorio, aseguró que jamás pensó que "la música me tenía esta sorpresa tan bella con este programa que realizo en el Hospital".
    "Al principio yo tocaba duro para callar a la gente pero después me di cuenta que cuando toco suave ellos van bajando el volumen y los envuelvo en la música y de eso se trata, de ayudar a todo este público heterogéneo mientras estén aquí", afirmó.
    La titánica labor que lleva Cova al tocar en una área en donde pueden entrar temprano en la mañana y luego al mediodía más de 2000 mil personas diarias, se ve compensada con los aplausos y las peticiones de los presentes.
    "Una vez una doctora me dijo el país está tan convulsionado y tú te pareces a los músicos de la película el Titanic. Eso me cayó mal porque no estoy tocando para que me paguen sino para que le gente que está aquí tenga paz", expresó.
    Y agregó "yo comprendí cuando es el momento en el cual debo dejar de tocar y también cuando debo cambiar de canción para tener la atención de todos".
    La música de Cova invade todos los espacios del centro. Hasta en los pisos superiores, la gente, desde los pasillos "saborea" las melodías que aseguran "transforman el dolor y deleitan el alma".
    "Su música es contundente, llega directa al alma y lo hace a uno entrar en paz a pesar del momento tan doloroso que se vive aquí con el enfermo", dijo a ANSA, Douglas Tamayo, un enfermero del centro.
    A su vez Margarita López, familiar de un paciente, aseveró "esto es magnífico, es como un paréntesis que hacemos mientras esperamos".
    "La música no conoce fronteras y como él toca,te llega al corazón y lo hace reflexionar. A mí me llena de energía, de alegría aunque después vuelva a la cruel realidad", lamentó. RBY-ADG/ACZ
19/07/2015 19:49