BARCELONA, 2 (ANSA) - Gerardo Pisarello consideró que las
críticas que le llovieron por retirar la semana pasada el busto
del rey Juan Carlos del salón de plenos del ayuntamiento de
Barcelona demuestran que se trata de un "tabú inaceptable". La alcaldesa, Ada Colau, argumentó al retirar el busto que
"era una anomalía que el salón de plenos estuviese presidido por
un ex jefe de Estado", el rey Juan Carlos, que abdicó hace un
año. El gobierno tachó la retirada del busto de "mezquindad", dijo
el canciller, José Manuel García-Margallo, y pidió que cumpla la
ley y coloque una efigie del actual jefe de Estado, el rey
Felipe VI.
"El gobierno debería haber actuado hace un año y no lo hizo.
Las reacciones desmedidas que se están produciendo ahora
demuestran que estamos frente a un tabú inaceptable en una
sociedad democrática y plural", dijo Pisarello a ANSA. En cuanto a la colocación de una efigie de Felipe VI como
prevé la ley para los salones de plenos municipales, el gobierno
municipal "abrirá una ronda de diálogo con las otras fuerzas
políticas para ver de qué manera, respetando nuestras
convicciones republicanas, se pueda dar cumplimiento a la
normativa vigente", aseguró. Los símbolos monárquicos "están sobrerepresentados. Nos
gustaría ver otro tipo de simbología representada en la ciudad y
que hubiera más nombres de científicos, pintores o
intelectuales. Nos parece una cuestión de higiene democrática",
añadió. La retirada de bustos de Juan Carlos y Felipe VI también se
ha producido en otros ayuntamientos de España. "Hay una exigencia general de que este debate sobre la
simbología pueda ser público", apuntó Pisarello.
UR/ACZ
02/08/2015 16:56
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