Por Nicoletta Nencioli
WASHINGTON, 5 (ANSA)- La silla eléctrica cumple 125 años
desde que se utilizó por primera vez para ejecutar a un
condenado a la pena capital, el 6 de agosto de 1890, en una
cárcel de Nueva York. En Estados Unidos la llaman confidencialmente "old sparky"
-la vieja máquina que echa chispas- y ha sido el método
preferido para las ejecuciones de la pena capital hasta los años
'80, el instrumento que en 1927 "ajustició" a los italianos
Nicola Sacco y Bartolomeo Vanzetti. El 6 de agosto de 1890, en la prisión de Auburn, en el estado
de Nueva York -30 años antes de que la misma ciudad de Auburn
fuera fundada- William Kemmler fue atado a la silla, cubierto de
electrodos ligados a un generador y muerto. Condenado por el homicidio de su novia Matilda Ziegler,
Kemmler demoró ocho minutos en morir. Después de la caída de
tensión y el pedido del médico presente al verdugo de "actuar
rápido" para reactivar las descargas.
La autopsia sobre el cadáver reveló más tarde que los
electrodos sobre la espalda había quemado hasta la columna
vertebral. De la cabeza del condenado se vio salir humo. Pero el hombre que primero sugirió a la comisión del estado
de Nueva York encargada de encontrar un método para las
ejecuciones "Más humano que la horca", el dentista Albert
Southwick, exaltó la nueva forma de ejecución: "Vivimos en una
civilización más evolucionada desde ahora en adelante". Uno de los innovadores de la energía eléctrica, George
Westinghwhouse, observó gélido: "Hubiera hecho mejor el trabajo
con una hacha". Un periodista presente reportó: "Fue un
espectáculo horripilante, mucho peor que el ahorcamiento". La realización de las sillas eléctricas fue posible gracias
al descubrimiento de la electricidad por parte de Thomas Edison,
pero quien llevó adelante el primer proyecto a pedido del estado
de Nueva York fueron sus socios Harold Brown y Arthur Kennelly.
La primera silla eléctrica, la usada en Auburn, fue
diseñada, terminada y patentada por los electricistas de la
prisión, Edwin Davis y Harry Tyler. Desde 1976, cuando la Corte Suprema de Estados Unidos volvió
a aprobar las ejecuciones, se calcula que 158 de ellas fueron
aplicadas con la "old sparky", un quinto de las mismas en
Virginia. El último condenado a muerte "ajusticiado" con ese
instrumento fue en 2013 Robert Glason, quien eligió ese método. Por el momento, la opción de usarla como alternativa a la
inyección letal existe en los estados de Alabama, Florida,
Carolina del Sur, Virgina, Kentucky. Además de Oklahoma y
Arkansas en situaciones particulares. Pero la carencia de fármacos para las inyecciones letales,
sobre todo tras el rechazo de las empresas farmacéuticas
europeas de proveerlas a Estados Unidos para ese fin, reabrió el
debate sobre el posible uso macabro de la "old sparky".
XNE/MRZ
05/08/2015 20:33
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