Por Lucia Sali
BRUSELAS, 23 (ANSA) - Desde los Balcanes hasta el sur de
Italia o Grecia, Europa afronta la oleada de migrantes que
intenta entrar a la UE dividida y sin una "hoja de ruta"' clara
para superar la emergencia. Frente al crítico tema de la inmigración, la respuesta de la
Unión Europea ha sido de dos tipos: la primera orientada a
aplicar un mecanismo europeo permanente de redistribución de los
migrantes que piden asilo, la segunda marcada en cambio por las
divisiones y discursos electorales internos. De las dos, ha sido ésta última la que ha prevalecido. El resultado de fondo ha sido el de "pasarse" los migrantes
de un país al otro, bloqueándolos a menudo de uno u otro lado de
las fronteras y el de poner en discusión incluso el futuro del
llamado "acuerdo de Schengen", que establece la libre
circulación interna de los ciudadanos, uno de los principios
clave sobre el que se rige la Unión Europea. Los datos son aplastantes. Solamente en los primeros seis
meses del año a las oficinas de la UE llegaron alrededor de
400.000 pedidos de asilo, frente a las 660.000 para todo el
2014, año que marcó el récord en ese frente. Solamente Alemania por ejemplo hizo saber que para finales de
año tendrá cerca de 800.000 pedidos. En marzo pasado, las autoridades fronterizas de la UE
declararon a ANSA que se esperaba la llegada de entre 500.000 y
un millón de personas provenientes desde Libia a la UE solamente
vía mar. Sin embargo, por lo que se ha visto en las últimas semanas la
ruta más transitada pasó a ser la balcánica, que parte en
Turquía para pasar a Grecia, Macedonia, Serbia y Hungría: la
ruta, precisamente, más utilizada por los sirios pero también
por quien intenta escapar de Irak o de Afganistán. La que se está viviendo es en otras palabras "la peor crisis
de refugiados desde la Segunda Guerra Mundial", afirmó el
Comisario europeo para la Inmigración, Dimitri Avramopoulos. El comisario que tiene en sus manos a una de las carteras más
delicadas de Bruselas está intentando desde hace tiempo hacer
aprobar un mecanismo permanente para la redistribución de los
refugiados que piden asilo. El parámetro clave de este sistema está referido a un valor
matemático basado sobre tres factores, la población, el Producto
Bruto Interno (PBI) y el nivel de desempleo de los diferentes
países europeos. El mecanismo sustituye a su vez al llamado "reglamento de
Dublín", sistema según el cual el país al que le corresponde
acoger a los refugiados es el primero al que llega el mismo
migrante. Pero de una u otra manera los 28 países de la UE no han
logrado llegar a un acuerdo para redistribuir los 40.000
refugiados que en dos años entraron a Grecia y a Italia: por
ahora el acuerdo está limitado a 32.000 personas. La crisis del Viejo Continente frente al drama de los
migrantes tiene también otra dimensión: el de las crisis
regionales de países no muy lejanos de Europa, precisamente
Libia y Siria, entre otros. Gran parte de los refugiados llegan precisamente desde esos
dos países, en los que la UE aún no ha encontrado la manera para
intervenir de manera eficaz.
ZSL-RIG/ACZ
23/08/2015 22:09
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