Por Franco Quintano
BELGRADO, 24 (ANSA) - La emergencia migratoria en los
Balcanes se desplazó a Serbia, donde a diario llegan miles de
refugiados: más de 23.000 inmigrantes en las últimas dos
semanas, casi 90.000 en lo que va de año. En el último fin de semana cerca de 10.000 inmigrantes
pasaron a Serbia, a la región meridional de Presevo, un
territorio de mayoría albanesa y musulmana. Entre ellos hay tantas mujeres y niños, familias enteras
dispuestas a recorrer a pie, bajo el sol, cientos de kilómetros
con tal de escapar del drama de la guerra y la desolación de sus
países de origen. Solo el domingo a la noche a Belgrado llegaron 70 autocares
cargados de inmigrantes, en gran parte refugiados de las zonas
de guerra de Siria, Irak, Afganistán. Pero llegan también
paquistaníes, cingaleses, africanos. Una masa humana desproporcionada para un país de apenas 7,5
millones de habitantes, que aún no es miembro de la Unión
Europea (UE) y dispone de medios financieros muy limitados. Pese
a ello, Serbia parece responder por ahora de manera organizada a
la emergencia humanitaria. En Serbia se abrieron cuatro centros de acogida: dos en el
sur del país (Presevo y Miratovac) y dos en el norte, en la
frontera con Hungría (Kanijia y Subotica). En breve está
prevista la apertura de otro centro, a las afueras de Belgrado,
la capital. Y es Hungría justamente el país al que casi todos los
refugiados tienen intención de viajar, para continuar desde allí
hacia Austria, Alemania, Suecia, Francia y norte de Europa.
Pero la gesta no es fácil, visto que para entrar a Hungría
hay que superar el muro metálico de alambrada de cuatro metros
de altura que el gobierno conservador de Viktor Orban decidió
levantar, con finalidad 'defensiva', a lo largo de los 175
kilómetros de la frontera con Serbia. La conclusión de la barrera, prevista inicialmente para
noviembre, fue adelantada a finales de agosto.
Una vez en Serbia, refugiados e inmigrantes pueden presentar
pedido de asilo, pero la gran mayoría obtiene un permiso de
estadía temporal de 72 horas para poder atravesar el territorio
serbio y llegar a Hungría. Lo hacen en tren, en autocar de línea, en auto y minibuses
privados, y tantos también caminando.
En Belgrado, donde cientos de inmigrantes se desparraman por
parques y espacios abiertos de la ciudad, hoy fue abierto un
Info Centre, dotado de red wi-fi para uso de computadoras y
celulares, donde es posible obtener informaciones sobre
solicitudes de asilo, asistencia legal y psicológica y otros
problemas de orden práctico. La organización de la acogida de inmigrantes fue alabada por
el representante de la UE en Belgrado, Michael Davenport,
mientras es sustancialmente positiva y amistosa la reacción de
la población serbia ante la masa de refugiados, a los que dan
comida y elementos de primera necesidad. Un hecho que tal vez se explica por la experiencia dolorosa
de un país que ha sufrido en su propia piel el drama de cientos
de miles de refugiados serbios fluido al país desde Croacia,
Bosnia y Kosovo a raíz de las sangrientas guerras de los años 90
en la ex Yugoslavia.
Y8K/ACZ
24/08/2015 22:33
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