Por Chiara Rancati
PARIS, 30 (ANSA) - La ministra de Ambiente francesa, Ségoléne
Royal, quiere llevar a las escuelas primarias el programa "una
huerta, un rincón de naturaleza", en la convicción de que la
lucha contra el despilfarro alimentario pasa también por
la educación de los más jóvenes y su relación con la
naturaleza. El proyecto debería comenzar, en forma experimental, en un
millar de institutos, ya activos en materia de reducción del
despilfarro. "Los alumnos se ocuparán del jardín con el apoyo de
asociaciones, o en las áreas rurales con apoyo de agricultores",
explicó a la prensa la ministra, subrayando por un lado "la
alegría que esto implica" para los niños y por otra "la
educación ambiental" que les ofrecerá la relación con
las plantas. Todo esto sin olvidar el factor "simbólico" de producir su
propio alimento por sí solos. "El vínculo con la naturaleza, y la presencia de la
naturaleza en las escuelas, cerca de los más jóvenes, es un
elemento clave en la educación ambiental y el aprendizaje del
respeto de los espacios verdes", agregó Royal. En la ley sobre la transición energética que lleva su nombre,
la ministra quiso un amplio capítulo dedicado a la lucha contra
el despilfarro alimentario, en las escuelas pero también en los
restaurantes y la gran distribución. Para los comedores escolares, en particular, las nuevas
normas prevén la obligación de preparar un plan antidespilfarro,
a partir ya del inminente comienzo del nuevo ciclo escolar. Una obligación semejante se impondrá a los comedores de todos
los entes públicos, locales y nacionales, a los que se pedirá en
particular suscribir acuerdos con las asociaciones de asistencia
de los desfavorecidos para donarles los alimentos que no se
hayan utilizado. La lucha contra el despilfarro lanzada por Ségolène Royal
no se termina, sin embargo, con las estructuras públicas. La
ministra tiene intención también de obligar a la distribución
organizada a comprometerse más en este tema, y preanunció que
convocará a los dirigentes de las principales empresas del
sector para discutir las medidas en preparación. "En una sociedad donde, a nivel mundial, muchas personas
aún mueren de hambre, y en donde ciertas familias en situación
precaria no consiguen alimentar a sus hijos -dijo- es
intolerable que se destruyan productos aún consumibles,
que se use todavía un sistema de fechas de vencimiento
que engaña al consumidor". Palabras duras, que no gustaron a los numerosos
representantes de las cadenas de supermercados e hipermercados,
según los cuales su compromiso contra el despilfarro ya es
considerable. (ANSA)
Z13-ADG/ACZ
30/08/2015 19:01
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