TEL AVIV, 1 (ANSA) - Numerosos israelíes de visita en el
antiguo campo de extermino de Auschwitz quedaron shockeados al
ver en el ingreso duchas de agua vaporizada colocadas para
paliar el calor, que muchos de ellos interpretaron como recuerdo
de las que dispersaban el gas mortal con que se asesinaba a los
prisioneros. "Apenas bajé del bus y atravesé el conjunto de duchas -dijo
a Ynet el visitante Meyer Bolka- quedé shockeado: un puñetazo en
el estómago". Decidido a pedir explicaciones, Bolka fue derecho a ver a uno
de los empleados del museo. "Con todo respeto -le dijo- me
recuerdan las cámaras de gas". "Creo que en un lugar como este -dijo a Ynet- hubieran debido
reflexionar mejor sobre el tipo de connotación que suscitaría.
Si quieres que la gente sienta menos calor, debes hallar otra
solución. Realmente no es agradable ver duchas". La dirección del museo, citada por Ynet, hizo saber que no
tuvo intención de ofender a los visitantes, sino de facilitarles
la visita en uno de los días más calurosos del año. Ahora el
museo evaluará si la actual ubicación de las duchas sigue
confirmada.
LC/ACZ
01/09/2015 16:49
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