NUEVA YORK, 11 (ANSA)- Un grupo de monjas de Pennsylvania
está trabajando a buen ritmo para preparar cientos de miles de
hostias para la misa que el papa Francisco celebrará el 27 de
septiembre en Filadelfia, Estados Unidos
Durante dos meses, las monjas se han visto obligadas a
cumplir turnos dobles para poder cumplir con los pedidos a
tiempo.
Ellas sólo hornean una parte de las hostias que se ofrecerán
a los creyentes durante el servicio en la iglesia de Filadelfia,
a la que se presume que asistirá medio millón de peregrinos. "Estamos entusiasmadas, es un trabajo muy especial para
nosotras", dijo la hermana Anne Bartol, del monasterio de Santa
Clara. "No es un trabajo común, aunque estamos acostumbradas a
hacerlas hostias, esta vez ponemos, inevitablemente, mayor
atención", admitió la religiosa. Se tarda unas tres horas para preparar un lote de obleas. Una
vez fuera del horno deben ser humedecidas a fondo porque de lo
contrario se hacen añicos al ser cortadas en la forma de un
círculo. El Papa llegará a la ciudad del "amor fraternal" para
participar en el Encuentro Mundial de las Familias.
Antes, tras su paso por Cuba, visitará Washington DC y Nueva
York. La hostia (de latín "hostia", que significaba en la religión
romana "ser que se sacrifica en honor de los dioses") es en la
religión cristiana un trozo de pan ácimo (sin levadura), de
harina de trigo con forma circular que se ofrece en la
Eucaristía o misa cristiana y católica como ofrenda o sacrificio
incruento.
Su origen estaría en la "matzá", pan sin levadura que en el
judaísmo se elabora y consume para la festividad de Pésaj
(Pascua).
YLD-ADG/ACZ
11/09/2015 18:30
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