Por Marcos Romero
CIUDAD DE MEXICO, 13 (ANSA) - Un científico mexicano inventó
la llamada "agua sólida" que constituye una fuerte esperanza
ante el cambio climático global y la cada vez mayor escasez de
precipitaciones en el planeta. El ingeniero Sergio Rico, director de la carrera de
Ingeniería en Desarrollo Sustentable del Tecnológico de
Monterrey, el ateneo privado más importante del país,
perfeccionó un método para almacenar agua y hacer que las
plantas y los árboles aprovechen hasta la última gota, sin que
se pierda en el subsuelo. El producto es un polímero biodegradable en polvo que puede
absorber 200 veces su peso y que ha comenzado a ser usada por
agricultores argentinos, españoles, franceses, indios, israelíes
y rusos.
Los campesinos sólo tienen que esparcir el polvo por debajo
de sus cultivos para que cuando llueva el químico se convierta
en gel y pueda almacenar el líquido por hasta seis semanas.
Se requieren 25 kilogramos del producto para una hectárea de
cultivo pero "los resultados son extraordinarios porque la raíz
se mantiene húmeda por dos meses y se rehidrata en repetidas
ocasiones con las precipitaciones", dijo Rico. El investigador, que fundó la empresa Silos de Agua en 2002,
afirmó que la lluvia sólida aumenta cinco veces la productividad
de los cultivos de maíz. "Nosotros ya medimos los resultados en parcelas de maíz en
Jalisco, donde con un sistema tradicional de riego obtuvimos 500
kilos de maíz por hectárea y con éste se obtuvieron 10 toneladas
por hectárea", aseguró en una entrevista a la revista Expansión. El sistema permite a los agricultores ahorrar hasta un 80% en
sus costos, porque usan menos agua, fertilizantes, energía
eléctrica y mano de obra.
En el caso de México, se usa el producto en los estados de
Jalisco, Michoacán, Veracruz y Zacatecas en el centro y sureste
del país, donde "llueve mucho y se mantiene la humedad en los
cultivos gracias a que absorbe directo de la raíz", señaló el
científico. Acerca de su invento, dijo que puede ser aprovechado por los
campesinos mexicanos aunque admite que "uno de los principales
obstáculos a vencer es el arraigo a las formas tradicionales de
cultivo". Sin embargo, lamentó que en diferentes instancias
gubernamentales no se ha querido usar la tecnología porque
descreen que funcione. El polvo también se puede usar en las plantas de ornato de
las viviendas, donde en lugar de regarse cada día o tres veces
por semana, se hace sólo dos o tres veces por año. El inventor recordó que hay una comunidad campesina pobre que
se llama Agua Hedionda, en el estado occidental de Jalisco,
donde hace varios años se aplica para la producción de maíz en
las laderas y donde antes se obtenían 600 kilos de maíz por
hectárea, ahora se obtienen 10, 12 o 14 toneladas. "La lluvia la podemos captar en cualquier recipiente, le
ponemos este polímero (.) y el agua se solidifica, esta lluvia
la almacenamos en costales (sacos) y la podemos usar para
sembrar el siguiente año, lo cual permite anticiparnos a las
fechas de la lluvia, no estar a expensas de haber cuando va a
empezar a llover", explicó. El científico afirmó que la tecnología es barata, pues
asciende a dos centavos al año por cada litro de agua sólida
almacenada. Con paciencia quijotesca, Rico ha tocado las puertas de
varios ministerios vinculados al medio ambiente o la agricultura
para explicar su invento e inclusive a la presidencia de la
República. "Parece cosa de fantasía pero nada más nos felicitan y ahí
quedó todo", se quejó el experto.
MRM/ACZ
13/09/2015 17:13
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