Por Cinzia Conti
ROMA, 24 (ANSA) - El Camino de la Via Apia Antigua, un gran
proyecto del ministerio italiano de Bienes Culturales, nace con
el objetivo de custodiar este recorrido único en el mundo. La Regina Viarum, reina de los caminos, recorre poco más de
500 kilómetros desde la tumba de Cecilia Metella, adonde llega
la colada de lava de la estructura geológica del Vulcano
Laziale, hasta las iglesias barrocas y el mar de
Brindisi.
Fue creada hace más de 2.000 años por los romanos, de modo
racional y grandioso, pero afectada por el salvaje avance del
cemento y los "gangsters de la Via Apia Antigua" en los
años 60. Ahora el objetivo es protegerla, basándose también en las
sugerencias generadas por el reciente viaje del periodista Paolo
Rumiz, contado en capítulos en el diario romano La Repubblica. "Creemos en el tema de los recorridos y los caminos, sea para
el turismo sostenible y lento, sea para la revalorización de los
lugares menos conocidos, adonde no llegan los turistas", comentó
el ministro Dario Franceschini, anunciando una próxima reunión
entre los presidentes de las cuatro regiones italianas que
atraviesa la Via Apia. "Es suficiente caminar esta ruta -dijo Rumiz- para que
vuelva a vivir y se restablezca la relación correcta entre los
italianos y el territorio del que se han divorciado. Antes aún
que la tutela y la valorización, nosotros pedimos la
accesibilidad y por lo tanto el uso de la Via Apia
Antigua". "Nos lo dicen también los migrantes que están atravesando
Europa en estos momentos, el futuro es de quien camina el
territorio, no de quien pretende gobernarlo con los
drones, selfies y teléfonos celulares", agregó.
Por su parte, el ministro observó que la gran avenida romana
fue víctima en los años 60 de grandes saqueos y el avance del
cemento: "Haciéndola a pie se descubre que el antiguo
trazado era el más racional, el más grandioso, el
más paisajístico. La ruta era de sólo 530
kilómetros, frente a los 600 que se deben
hacer hoy".
Rumiz subrayó que la Via Apia, a diferencia de otros caminos
famosos como el de Santiago, es "legible" en ambos sentidos:
hacia Oriente como itinerario laico que hacían los romanos,
y hacia Occidente como la ruta religiosa hacia la Roma
de San Pedro y San Pablo.
"Además -concluyó- hay una increíble síntesis de la historia
italiana, se encuentran las huellas de todos: desde los griegos,
romanos y samnitas hasta el exilio de Sandro Pertini y la línea
Gustav, pasando por los califatos islámicos y suevos".
GDC/ACZ
24/09/2015 17:41
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