Por Nicoletta Tamberlich
BARCELONA, 25 (ANSA) - Barcelona es más que fútbol, turismo,
arquitectura y arte: Barcelona es vida, literatura, mar,
cosmopolitismo, moda, cultura, mezcolanza y magia. La ciudad condal se transformó en una de las capitales más
apreciadas del mundo. De la intensa sugestión del románico
catalán al gótico, de los tintes mediterráneos a las fantasiosas
y geniales rarezas de Antoni Gaudí: Cataluña contribuye
a más de un quinto del PIB español.
La hipótesis de una secesión, por lo tanto, podría cambiarle
el rostro no sólo a Cataluña, sino a España entera. El presidente de la Generalitat, Artur Mas, no ocultó sus
ambiciones al convocar a las elecciones regionales anticipadas
para el domingo: quiere una votación "plebiscitario", en lugar
del referéndum que Madrid nunca le concedió. Barcelona, como escribía el escritor Eduardo Mendoza, es la
"ciudad de los prodigios". Esto es, cuna de fecundas
contradicciones: endógama y sin embargo cosmopolita, popular
pero culta, española por estado civil pero catalana de las
raíces al fruto.
La ciudad "más diseñada de Europa". Y son muchísimos los
escritores, también no catalanes, que la eligieron como su
"locación" preferida. Miguel de Cervantes la muestra como único trasfondo urbano en
el célebre "Don Quijote". Jacint Verdaguer y Joan Maragall la
poetizaron.
Qué habría sido del barrio de Gracia sin el libro de la
autora catalana Mercé Rodorera (1908-1983), autora de "La plaza
del Diamante"?
Y del barrio El Raval sin el famosísimo detective Pepe
Carvalho, obra de Vázquez Montalbán?
Todos ellos tejieron una fuerte tela literaria en la ciudad
de Barcelona. Hay operadores turísticos que ofrecen excursiones
a través de la ruta literaria, siguiendo por ejemplo "La sombra
del viento", de Carlos Ruiz Zafón, o "La catedral del mar", de
Ildefonso Falcones. Ahora el problema es otro: si Cataluña se independizara de
España, hay que preguntarse si España deberá quitar de sus
afiches turísticos los símbolos de la ciudad que cada año
atrae ríos de turistas de todo el mundo. Entre los lugares más visitados de Barcelona está la inmensa
Plaza de Catalunya, desde donde parten las Ramblas que llevan al
puerto, y el Passeig de Gracia, la avenida llena de negocios de
moda, enriquecida con algunos de los edificios más originales
obra de Gaudí, como La Pedrera y Casa Batllò. Desde la Plaza de Catalunya se entra directamente en el
Barrio Gótico, el centro histórico de la ciudad, hecho de calles
muy angostos y edificios antiguos. No hay que perderse la Plaza Real, con sus bares de tapas, y
la Catedral. O La Ribera, con sus negocios de artesanía, llenos
de objetos curiosos. Por supuesto, está la imperdible Sagrada Familia, símbolo de
Barcelona, la espléndida obra inconclusa de Gaudí. El arquitecto
catalán también es autor del bellísimo Parc Güell. La ciudad tiene además dos alturas, que se conectan con
funiculares: el Tibidabo, también conocido como "la montaña
mágica", donde hay un parque de diversiones, y el Montjuic,
sobre el cual hay un castillo y numerosos museos, entre
ellos la Fundación Miró. Fue barcelonesa DOC Montserrat Caballé: célebre soprano que
se exhibió en numerosos escenarios de todo el mundo, y en el
campo artístico imposible olvidar a Salvador Dalí, cuyas
obras aún se exponen en Barcelona, y a Pablo Picasso,
que vivió aquí largamente en Barcelona y figura de
pleno derecho entre los personaje de la ciudad.
TH/MRZ
25/09/2015 19:27
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