Por Francesco Cerri
LISBOA, 7 (ANSA) - Nadie lo esperaba, y ella menos que
nadie: había sido incluida en las listas de las legislativas
portuguesas del último domingo "para rellenar", según contó
Domicilia Costa -69 años, "empleada doméstica independiente-
al diario de Porto Jornal de Noticias. En la tarde del domingo, Domicilia votó "bajo la lluvia".
Luego fue a escuchar "Turandot" en el Teatro San Jooao.
Por la noche pasó la velada, como militante concienzuda, en
la sede del partido, el Bloco de Esquerda, para saber cómo les
había ido. Y allí la mujer, ahora retirada de su oficio, tuvo
la sorpresa de su vida: "Nadie lo creía", admitió. En una épica jornada electoral, el postrotszkista Bloco de
Esquerda -ahora encabezado por la joven actriz Catarina Martins-
estalló, duplicando sus votos (del 5,2 al 10,3 por ciento) y las
bancas (de 8 a 19) respecto de las elecciones de 2011. Se
convirtió así en la tercera fuerza política del país. Se trata de un éxito debido a la muy popular y mediática
Catarina Martins, que abrazó al partido -de posiciones cercanas
a las de Podemos en España y Syriza en Grecia- cabalgando la ola
del descontento provocada por el régimen de "austeridad y
lágrimas" impuesto por el premier Pedro Passos Coelho
para salir de la crisis. Militante comunista en tiempos de la dictadura salazarista
-entonces se ocupaba de las "casas seguras" de los militantes
clandestinos- Domicilia se pasó en los últimos años al Bloco. El partido la había puesto en cuarta posición en la lista,
contando con su imagen de vieja militante de la izquierda de
Porto. El objetivo era atraer votos para garantizar la elección de
los dos jefes de la lista, Catarina Martins y Joao Soeira. Pero
el tsunami de descontento superó todas las previsiones: en
Porto el Bloco de Esquerda obtuvo no dos, sino cinco diputados,
entre ellos Domicilia.
La mujer, sin embargo, se lamenta: "Me pusieron en problemas,
esto me complica la vida", protestó después de pasar la sorpresa
y euforia. "Todos me dicen que debo ir a Lisboa, ¿pero cómo
hago?", agregó. Viuda, Domicilia es abuela de tres nietos, que son su
vida junto al partido y sus dos hijos. Le cuesta dejarlos: pero
cuando sus compañeros, preocupados, le preguntaron si no iría,
replicó "claro que voy, ¡me eligieron!".
CEF/MRZ
07/10/2015 21:16
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