Por Francisco Forteza
LA HABANA 12 (ANSA)- Los arribos inesperados a Cuba de
avionetas de aeroclubes privados de Estados Unidos, reafirmaron
que el "deshielo" abre una brecha cada vez mayor para el turismo
en un mar de diferencias y antagonismos en otros temas. Este fue el primer grupo de casi 30 pilotos estadounidenses
y acompañantes que viajaron este fin de semana en 14 vuelos a la
isla para romper otro "témpano" del complicado deshielo que
desarrollan los dos países, enemigos por casi 60 años y que
ahora buscan ser al menos "buenos vecinos". La flota que sorprendió a los cubanos al recibir la noticia
por el telediario nacional, fue preparada para impulsar los
viajes, y por ende, las estancias turísticas de los ciudadanos
de Estados Unidos en Cuba, pese a que aún pesan prohibiciones
para hacerlos por causa del embargo que aplica Washington desde
inicios de la década de los años 60.
Las tensiones han sido tan graves entre las dos naciones,
incluyendo colocarse a un paso de la guerra nuclear en 1962,
que uno de los pilotos, Jack McCormick, dijo a la prensa de su
país antes de la partida del grupo que todos estaban "asustados
de viajar a Cuba". Mucho más tranquilos al llegar a la provincia cubana de
Matanzas, la más cercana a la costa sur de Estados Unidos,
escucharon decir al presidente del Club de Aviación de Cuba,
Ernesto Adlum, según reportó la TV estatal cubana, que este es
el primero de más viajes ya planeados por los clubes privados de
aviación y relacionó la acción con los esfuerzos por promover el
turismo norteamericano a la isla. Casi cada día se incrementan los vuelos de aerolíneas a
aeropuertos cubanos, pero como "charters". Desde que comenzó
este proceso de "normalizaciÓn de relaciones" grandes aerolíneas
estadounidenses como la Jet Blue y la American Airlines dijeron
estar preparadas para convenios regulares con los cubanos.
No obstante la "luz verde" aún no llega para ellos ni para
compañías de barcos ferrys que ya recibieron de Washington
permisos especiales para hacer los viajes, aunque no pueden aún
hacerlos por falta de condiciones en Cuba que el embargo no
permite resolver. No son pocas las "luces rojas" que persisten
en ambas orillas del estrecho marítimo de la Florida que separa
a ambos países, y algunas incluso no parecen tener aún siquiera
el conmutador para cambiarlas. La Secretaria de Comercio de Estados Unidos, Penny Pritzker,
en una estancia de dos días en La Habana la semana pasada, pidió
"conocer más" la estructura económica cubana en el contexto de
lo que dijo es una decisión del presidente Barack Obama de
terminar con el embargo, e hizo observaciones políticas, que
"pidieron" al gobierno cubano a hacer reformas y ampliar
"libertades" individuales no solo económicas entre los cubanos. Tras marcharse Pritzker, la prensa local cubana divulgó
declaraciones en Estocolmo, Suecia, de Rafael Dausá, director
de Asuntos Consulares y Cubanos Residentes en el Exterior del
Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, según las cuales su
país "mantiene sus principios y la defensa de la soberanía
nacional". Al hablarle a cubanos residentes en Europa reunidos en la
capital sueca, Dausá aseguró que "Washington no ha renunciado a
su objetivo de destruir la Revolución", y subrayó que Cuba
"nunca aceptará ninguna presión dirigida a modificar cuestiones
relacionados con los asuntos internos del país. Ningún tema del
orden interno está en negociación", expuso
BY2/ACZ
12/10/2015 17:15
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