Por Beniamino Natale
PEKIN, 29 (ANSA)- Ninguna ley causó en los últimos años
tantas protestas y denuncias en China como la del hijo único. El caso más clamoroso fue el de Chen Guangcheng, el abogado
ciego, autodidacta, que desde su pueblo del sur del país
trascendió a nivel nacional e internacional por su batalla
contra los abusos cometidos por las autoridades locales para
imponer el respeto de la ley. En 2005 Chen invitó a algunos abogados democráticos de Pekín
a su condado, Linyi, en la provincia de Shandong, y les pidió
denunciar a nivel nacional las decenas de abortos forzados y la
violencia cometida contra los vecinos de las mujeres
"desaparecidas". En realidad, se habían escapado a casa de
parientes en provincias lejanas para evitar ser obligadas a
abortar. Al menos dos personas murieron por golpizas de la policía. Los abogados de Pekín logaron denunciar los hechos, que
terminaron en la prensa internacional. Pocos meses más tarde Chen fue arrestado por "haber
organizado protestas" y condenado a cuatro años y medio de
cárcel. Cuando fue liberado, cumplió arresto domiciliario y quedó
aislado del mundo. Pero en 2012, con ayuda de otros activistas,
logró huir y refugiarse en la Embajada de Estados Unidos en
Pekín. El momento fue delicado y Hillary Clinton, entonces
secretaria de Estado, era esperada días más tarde en una visita
oficial. Chen fue convencido a dejar la sede diplomática y trasladado
a un hospital, donde estaba vigilado por la policía. En un primer momento afirmó que estaba de acuerdo con las
autoridades, pero luego cambió de idea y pidió ayuda
estadounidense. La propia Hillary se encargó de las tratativas complejas con
el gobierno chino y tras lo cual, días después, el caso concluyó
con la invitación a Chen de parte de la Universidad de Nueva
York a permanecer un año. El compromiso funcionó y el disidente ciego pudo luego
reunirse en Estados Unidos con su mujer, todavía reside allí,
como investigador de la Universidad Católica de América. Una experiencia desagradable vivió el famoso cineasta
Zhang Yimou (director de "Sorgo rojo", "La linterna roja", "Ni
uno menos", "Qiu Ju, una mujer china", entre otras),
simpatizante del Partido Comunista Chino. En 2014 fue obligado a pagar una multa sideral de 1,2
millones de dólares por haber violado la ley por haber tenido
tres hijos con la misma mujer, 30 años más joven que él. La cifra astronómica de la multa, según las autoridades de la
ciudad de Wuxi, en la cual reside Zhang, fue dispuesta en base
al rédito de la pareja. En algunos casos la represión afectó al interior del Partido
Comunista, como sucedió en 2008 en la provincia de Hubei, centro
del país, donde cientos de afiliados y funcionarios fueron
despedidos por haber violado la ley.
NT/ACZ
29/10/2015 18:37
|