Por Francisco Forteza
LA HABANA, 5 (ANSA)- El diálogo colombiano en La Habana se
mueve cautelosamente y en medio de una perturbadora desconfianza
mutua, Pese al gran objetivo de "conseguir pronto" un acuerdo de
paz. "Sentido común, por favor, sentido común. Que el Dios de
Colombia y el padre Libertador nos iluminen para sacar
sabiamente este proceso al otro lado", pidió la delegación de
paz de la guerrilla FARC-EP en La Habana tras hacer reclamos en
un largo comunicado y mencionar que sus miembros están siendo
acosados por operativos militares. "El proceso de paz atraviesa un tramo de dificultades que
deben ser resueltas de inmediato para garantizar su progreso. Lo
primero que debemos hacer es cerrar el camino equivocado de las
decisiones unilaterales en torno a temas que deben ser
consensuados por las partes", subrayaron. "Éste no es un proceso de sometimiento, y persistir en el
error lo único que garantiza es el fracaso", agregaron. El diálogo en La Habana continúa en una sala del Palacio de
las Convenciones de la capital cubana herméticamente cerrada a
la prensa a casi tres años de haber comenzado. No ha variado no
obstante, la "tradición" de la agrupación guerrillera de exponer
demandas públicas paralelamente al desarrollo de las
negociaciones privadas. En su comunicado sugirieron que el proceso de paz "atraviesa
dificultades que deben ser resueltas de inmediato mediante
acuerdos que garanticen su progreso".
La delegación oficial tampoco abandonó su costumbre de no
hacer declaraciones, salvo que estas sean inevitables y diferir
en ocasiones las declaraciones a Bogotá. Los puntos más complejos sobre la mesa de conversaciones
habanera parecen ser el Acuerdo sobre Jurisdicción Especial
presentado por el presidente Juan Manuel Santos y el líder de
las FARC Timoleón Jimenez en La Habana en presencia del
mandatario cubano, Raúl Castro, y la promesa de que un tratado
deberá surgir antes de marzo próximo.
También se debe analizar la tregua general que al parecer las
autoridades han aceptado en principio pero para la cual no
existe una fecha definitiva de comienzo, hasta que no se
resuelvan condiciones oficiales. Las FARC afirman que el acuerdo jurídico aún "no está
sellado" por el gobierno, que el tratado podría demorar más de
lo previsto, y que la tregua unilateral guerrillera está siendo
atacada por el ejército. "El Acuerdo "Agilizar en La Habana y desescalar en Colombia"
está chocando con la incoherencia del desarrollo de operativos
militares contra los frentes de las FARC en tregua unilateral,
en todo el país, colocando en riesgo su continuidad", dijeron en
su comunicado. También hicieron un llamado para "apaciguar la crispación de
los ánimos, para poder avanzar serenamente en los complejos
asuntos que plantean las salvedades y los restantes puntos de la
Agenda".
Además estimaron que antes "de hablar de concentraciones de
fuerzas, o de corrales, y acelerar veedurías, debiéramos
ponernos de acuerdo en cómo vamos a hacer realidad en tan poco
tiempo el desmonte del fenómeno del paramilitarismo".
BY2/ACZ
05/11/2015 16:48
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