Por Marcos Romero
CIUDAD DE MEXICO, 8 (ANSA) - Los arqueólogos creen haber
hallado el lugar donde nació la principal deidad de los aztecas,
pero el mítico sitio donde huyeron de la esclavitud para, luego
de vagar 150 años por distintas regiones, encontrar "la tierra
prometida" sigue envuelto en un espeso misterio. En enero del 2014, investigadores del Instituto Nacional de
Antropología e Historia (INAH) proclamaron haber hallado la
ubicación exacta donde, según las crónicas antiguas, nació
Huitzilopochtil, en el cerro de Coatepec, a 3.200 metros sobre
el nivel del mar. El descubrimiento es clave porque forma parte de los mitos
fundadores del México de hoy, aunque sigue habiendo controversia
entre quienes creen que la historia de los aztecas es sólo
simbólica y la que estima que tiene un nexo con la realidad o es
una mezcla de ambas como las leyendas bíblicas. El dios tutelar del panteón religioso de los mexicas fue
concebido cuando Coatlicue halló un ovillo de vistosas plumas y
lo guardó entre sus ropas y a raíz de ello resultó embarazada,
lo que suscitó la furia de su hija Coyolxauhqui, que con ayuda
de sus 400 hermanos dio muerte a su madre. Antes de fallecer, sin embargo, dio a luz a Huitzilopóchtli,
que armado con una serpiente de fuego descuartizó a su hermana
malvada, y obligó a huir a sus otros hermanos, convirtiéndolos
en la luna y las estrellas, que por ello suelen escapar cuando
asoma el sol. El arqueólogo Fernando López dijo que este sitio estaría
ubicado en lo que se conoce hoy como el Valle del Mezquital,
pero se llama actualmente Cerro Hualtepec o Cerro del Astillero. La montaña sagrada de los aztecas se ubicaría a 30 kilómetros
de la zona arqueológica Pahñú, asiento de la cultura xajay, cuya
antigüedad se calcula desde el periodo Preclásico (500 aC-300
dC). Pero cientos de años de estudios con fuentes orales directas,
a partir de los códices prehispánicos, en el caso de los
pioneros, y con base en extensa investigación documental, en el
de los historiadores y arqueólogos actuales, no han podido
elucidar el origen de los aztecas. La prodigiosa civilización que mantenía un imperio muy
consolidado y poderoso en el Valle de Anáhuac, en cuyo centro se
ubicaba la Gran Tenochtitlan, un extenso paraje lacustre donde
hoy se asienta la ciudad de México, proviene según las leyendas
y mitos de la mítica Aztlán, que en lengua náhuatl significa
"Lugar de las Garzas". La mayoría de los expertos ubican a esta zona como un islote
en la laguna de Mexcaltitlán en el estado noroccidental de
Nayarit, en el estado central de Guanajuato, o en La Quemada y
Chalchihuites, en el estado de Zacatecas, también en la región
centro del país. Pero el respetado filósofo e historiador, experto en cultura
prehispánica, Miguel León-Portilla, arriesgó hace tiempo la
teoría de que las tribus que fundaron Tenochtitlan alrededor del
año 1.300 podrían haber partido de una región desconocida
ubicada al norte, en lo que hoy es la frontera con Estados
Unidos o los estados del sur del país vecino. El investigador emérito de la Universidad Nacional Autónoma
de México (UNAM) señala que "muchos antiguos relatos hablan de
Aztlán y de Chicomóztoc, 'El de las Siete Cuevas', como lugar y
patria de origen de los mexicas o aztecas" y lo ubican en la
región norte. Según los especialistas, es más correcto llamar mexicas a los
ancestros de los actuales mexicanos porque su nombre deriva de
"Mexi", como se llamaba a Huitzilopóchtli, su principal deidad,
que representaba al Sol.
Las teorías más aceptadas señalan que los aztecas en realidad
eran la clase dominante que mantenía sojuzgados a los
"macehuales", la capa más inferior del rígido sistema de castas
en Aztlán, y por ello huyeron alrededor del 1150, pero no está
claro quién fue el "Moises" que los guió. Sin embargo, se sabe que anduvieron como los judíos después
del éxodo de Egipto vagando, no por el desierto, sino por los
alrededores del Valle de México, durante 150 años, hasta
establecerse primero en Coatepec, donde Huitzilopochtli los
envió hacia su destino final. El dios profetizó que cuando los mexicas vieran un águila
montada en un nopal (una especie de cactus) devorando una
serpiente ahí deberían establecerse y ese lugar fue un islote
del Lago de Texcoco, donde se asentó el futuro imperio. León-Portilla refiere que diversos arqueólogos y etnólogos
mexicanos y estadounidenses, desde el siglo XIX, creen que hay
asombrosas similitudes entre las culturas antiguas del norte de
México y sur de Estados Unidos, que hacen pensar en esta región
como origen de los mexicas. El misterio sin embargo está aún lejos de despejarse y hace
falta todavía hurgar más en archivos y fuentes antiguas para
elucidar el origen verdadero de la mítica Aztlán.
MRM/ACZ
08/11/2015 15:47
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