Por Cristoforo Spinella
ESTAMBUL, 17 (ANSA)- La diputada curda, Leyla Zana, conocida
como "La Pasionaria", desató hoy una polémica en el Parlamento
turco, al jurar su cargo en lengua curda, tal como había
ocurrido en 1991, cuando ingresó como legisladora independiente. Al igual que hace 24 años, Zana desató la tormenta al leer en
curdo la fórmula de juramento preestablecida para los
legisladores, ante la presencia del presidente turco, Recep
Tayyip Erdogan. Zana, ex presa política durante diez años, también modificó
el juramento de rigor, pues en vez de "juro por la gran nación
turca", la diputada del partido pro-curdo HDP, utilizó el
sustantivo "Turquía", un pequeño cambio pero fuertemente
simbólico para su grupo, que cuestionan la singularidad de etnia
que impone la Constitución actual. Ese cambio fue suficiente para que el presidente interino de
la Asamblea Legislativa, Deniz Baykal, invalidara el juramento
de "La Pasionaria" curda. Baykal "invitó" a Zana a que volviera al estrado y repitiera
correctamente el juramento, pero la legisladora, previendo que
sería nuevamente citada, había abandonado prestamente el
recinto. La corrección probablemente llegará en los próximos días, ya
que el juramento es un paso necesario para asumir formalmente el
cargo parlamentario.
Pero el debate político ya estalló en un país que por el
conflicto curdo tuvo polémicas durante la votación anticipada
que el 1ro de noviembre restituyó la mayoría absoluta al partido
AKP del actual presidente Erdogan. Es así, que mientras el propio Erdogan confiere a Ahmet
Davutoglu el pedido de armado de gobierno, Turquía se divide en
torno a la actitud de Leyla Zana. Ciertamente, el clima no es el mismo de 1991, cuando el uso
del curdo en público estaba estrictamente prohibido.
Entonces, su gesto la colocó en la mira de las autoridades y
en 1994, Zana fue encarcelada durante 10 años después de que un
tribunal turco la condenó por "el apoyo a la organización
terrorista" PKK. Actualmente, un partido con raíces curdas consiguió ingresar
al Parlamento turco en el que se encuentra también el nieto del
fundador y líder del PKK, Abdullah "Apo" Ocalan.
Muchos tabúes han sido sacrificados desde entonces. Pero hoy
los ánimos están recalentados de nuevo, con centenas de muertes
en pocos meses y muchas zonas del sudeste curdo sometidas al
toque de queda, al igual que en los años más oscuros. (ANSA).
YLL-ADG/MRZ
17/11/2015 21:07
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