Por Claudio Salvalaggio
MOSCU, 20 (ANSA) - El presidente ruso, Vladimir Putin, quiere
restituir al Kremlin la imagen de la época imperial, demoliendo
el palacio administrativo número 14 y reconstruyendo en su lugar
los dos monasterios ortodoxos preexistentes, destruidos por
Stalin a fines de los años 20 en la furia iconoclasta
del ateísmo de Estado comunista. Lo informó el departamento de Bienes de la presidencia,
precisando que fue informada también la Unesco, dado que el
Kremlin está en la lista de Patrimonios Mundiales. El palacio tiene una historia curiosa, pero no es un
monumento de particular valor histórico y arquitectónico. Sin
embargo, su desaparición y reemplazo con las copias de los dos
monasterios corre el riesgo de alterar el aspecto general del
Kremlin, según algunos expertos. Se trata de un edificio amarillo de cuatro pisos, construido
en 1932-1934 sobre un proyecto del arquitecto Ivan Rerberg. En
los años 30 albergó la primera escuela militar de la Armada Roja
(Vtsik), luego la secretaría del presidio del Soviet Supremo. En 1958 el edificio fue modificado en parte para hacer lugar
al teatro del Kremlin, pero en 1961 se decidió cerrarlo porque
se trataba de una ubicación poco adecuada para espectáculos
masivos. Fue entonces cuando se instalaron las oficinas
administrativas de la presidencia, pero en 1991 el entonces
presidente de la Unión Soviética, Mijail Gorbachov, lo reservó
en parte al presidente de la República Rusa, Boris Yeltsin. Tras el derrumbe de la Unión Soviética el edificio número 14
fue el escenario de todas las grandes conferencias de prensa
anuales de Vladimir Putin hasta 2008. El año pasado el presidente lanzó la idea de destruirlo para
volver a levantar los dos monasterios y los trabajos de
reestructuración fueron interrumpidos. Ahora llegó la
orden de demolición, a completar en seis meses. La Unesco aún no se pronunció pero ya se abrió en Rusia el
debate sobre la posibilidad y oportunidad de replicar ambos
monasterios, de los cuales ya no existen los proyectos
originales, sino sólo las fotos. Se trata de los monasterios masculino de Chudov (Milagro) y
femenino de Voznesenski (Ascensión), entre los más antiguos de
Rusia: fundados en 1365 y en 1386, fueron luego varias veces
destruidos y reconstruidos. Hasta 1561 el abad del monasterio de Chudov era considerado
el primero entre los higúmenos (líder de la comunidad) de todos
los monasterios rusos. Con el monasterio de Simonov y el de la Trinidad y San
Sergio, se consideraba como el mayor centro de cultura literaria
y sabiduría rusa. Los zares lo incluían siempre en sus visitas a Moscú. Allí
también fue sepultado el gran príncipe Serghiei Aleksandrovich,
gobernador general de Moscú y tío del último emperador. En el monasterio de Voznesenski fueron sepultadas 40 mujeres
de las familias de los grandes príncipes de Moscú, la esposa de
Iván III y algunas esposas de Iván el Terrible. En síntesis, un
pasado dorado que Putin quisiera evocar de algún modo, en
beneficio de los turistas y tal vez también del suyo.
SAV/MRZ
20/11/2015 19:52
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