Por Lorenzo Trombetta
(ANSA) - BEIRUT, 10 DIC - Internet es el terreno de batalla
privilegiado en la guerra global entre yihadistas y sus rivales,
terreno fértil para las acusaciones cruzadas, intentos de
censura y hackeos globales. El magnate estadounidense y precandidato republicano a la
Casa Blanca Donald Trump pide que se cierre Internet, mientras
los hacktivistas de Anonymous invitan a usar precisamente la red
para frenar a los hombres del "califato". "El lugar más importante para la radicalización de los
jóvenes musulmanes es Internet", afirmaba en el ya lejano 2007
el general John Custer, entonces jefe del servicio de
inteligencia militar estadounidense en Irak y
Afganistán. "He visto muchachitos adoctrinados en Internet que aparecen
luego en el campo de batalla real. Los capturamos, los matamos
cada día", afirmaba Custer. Pese a las numerosas "guerras contra el terrorismo" y las
medidas de seguridad tomadas en Occidente para contrastar el
extremismo, datos actualizados afirman que va en aumento el
número de aspirantes a yihadistas procedentes de las
ciudades europeas y norteamericanas. Recientemente el Estado Islámico difundió una filmación en la
que se invita a musulmanes bosnios y kosovares a unirse a la
yihad y trasladarse con sus familias "adonde hay respeto
y dignidad, seguridad y perspectivas". El video muestra escenas de reuniones joviales entre
mujaidines que toman té en las orillas del Eufrates, entre Siria
e Irak. Familias de yihadistas felices acompañan a sus hijos a la
escuela: la mujer cubierta con un velo negro de pies a cabeza,
el combatiente-padre con el hijo en un brazo, vestido en traje
camuflado. La prensa estadounidense denunció en los últimos meses el
alto número de jóvenes adolescentes atraídas por los
reclutadores en línea de la yihad, que reclutan sus
presas en foros de intercambio de libros o en
discusiones políticas. Además de la red existe además el más antiguo de los medios
de comunicación: el boca a oreja. Según Elzbieta Karska, jefa de una comisión de la ONU
encargada de estudiar el fenómeno, "un alto número de adhesiones
se asegura gracias a redes de amistad", muy a menudo procedentes
de o basadas en Siria. El Estado Islámico está presente en algunas regiones sirias
desde 2013, pero su origen está en Irak y en las cenizas del ala
iraquí de Al Qaeda. Su difunto líder Abu Musaab Zarqawi -recordaba el general
Custer en 2007- había comprendido la importancia de Internet.
Según Custer, el momento clave de esta estrategia fue la
decapitación en 2004 -diez años antes de la del periodista
estadounidense James Foley, asesinado por el Estado
Islámico en Siria- del empresario norteamericano
Nicholas Berg. El video de su muerte aún está allí, listo para convencer a
los jóvenes inadaptados de unirse a la yihad.
GDC/MRZ
10/12/2015 18:38
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