Por Alessandra Baldini
(ANSA) - NUEVA YORK, 16 DIC - "El solitario George", una
especie de tortura gigante considerada extinta de las Islas
Galápagos podría "revivir" gracias al ADN de algunos "primos"
descubiertos por científicos estadounidenses en las islas de
Darwin. Una expedición científica ha localizado el patrimonio
genético de algunos "parientes de sangre" del "solterón" de la
isla La Pinta, cuya muerte, hace tres años, se convirtió en un
símbolo de la erosión progresiva de la biodiversidad en el
archipiélago que inspiró las teorías de la evolución.
Los científicos esperan ahora cruzar los ADN.
Con un poco de suerte, se podrían necesitar entre cinco y
diez años para reintroducir los descendientes en la isla.
Originariamente, en las Islas Galápagos había al menos 8
especies y más de 250 mil ejemplares de tortugas gigantes, y al
menos tres de ellas, se han extinguido. George, descubierto por un científico húngaro mientras
paseaba solo en La Pinta en 1972, fue aceptado en un centro de
investigación y cuidado hasta su muerte, a los alrededor 112
años de edad. Lo que provocó la desaparición de las especies -sólo tres mil
ejemplares sobrevivían en los años setenta- fue el accionar de
los marineros y los piratas quienes en los barcos habían
banquetes con la carne de las tortugas, pero el turismo en las
Islas Galápagos dio el golpe de gracia.
Las tortugas gigantes de las Islas Galápagos pueden vivir
hasta los 200 años.
Un capricho del destino ha ayudado a los especialistas en el
último golpe científico que podría ayudar a la supervivencia
como especie: hace más de un siglo, informó el diario The
New York Times, los marineros descargaban tortugas vueltas
superfluas en el mar frente a la isla Isabela. Estirando el cuello fuera del agua, muchos ejemplares
lograron llegar a la costa donde se recrearon un hábitat
cruzándose con especies nativas. En 2008, científicos estadounidenses conducidos por James
Gibbs en la State University of New York comenzaron a tomar
muestras de sangre de 1.600 tortugas en las laderas del volcán
Wolf.
Hace un mes, un grupo de científicos se dirigió el noroeste
de la isla Isabela para comenzar con un expedición que tenía el
objetivo de buscar 40 tortugas en las laderas de ese volcán con
un alto contenido de genes de las extintas especies de las islas
Pinta y Floreana. El plan es separar las tortugas "seleccionadas" y luego
cruzar animales cuyo ADN es más cercano a las especies
originarias para llegar a obtener tortugas con el patrimonio
genético perdido. Serán los "herederos" de el solitario George, cuyo cuerpo
embalsamado se encuentra en el centro de la disputa entre el
gobierno de Ecuador, que lo quiere exponer en Quito, y las
islas, que reivindican la propiedad.
RED-ADG/MRZ
16/12/2015 19:05
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