(ANSA) - ROMA, 26 DIC - Las fiestas de fin de año no han
detenido la desesperada travesía de los inmigrantes en el mar
Mediterráneo, entre ellos unos 3.000 que fueron salvados por la
Guardia Costera y por la Marina Militar de Italia esta semana.
El mar calmo y un tiempo apacible han facilitado los viajes
por el Canal de Sicilia, en una época del año en la que
generalmente disminuyen las embarcaciones con inmigrantes por
las malas condiciones meteorológicas.
El día de Navidad, de hecho, unos 751 inmigrantes fueron
rescatados en al menos 6 operativos.
Las personas que trataban de llegar a las costas italianas
viajaban, según se informó, en cinco gomones y un barco.
Los desembarcos se produjeron en Sicilia y en Calabria, pero
también hubo registros de llegadas en Cerdeña.
Ayer, en efecto, arribó al puerto de Reggio Calabria un buque
de la Guardia Costera con 371 personas a bordo -312 hombres y 59
mujeres-. Muchos provenían de África central.
El 24 terminaron en Porto Empedocle (Agrigento) las
operaciones de desembarco, comenzadas el día anterior, de 661
inmigrantes, entre ellos 103 mujeres y 12 menores de edad. Además, el 23 de diciembre otros 859 inmigrantes en
embarcaciones precarias que se dirigían a Italia fueron
rescatados en la costa de Libia en ocho operativos diferentes. El día anterior también fueron rescatados 728 extranjeros. El crecimiento de las embarcaciones con inmigrantes en el
inicio del invierno boreal no sólo se produjo en Italia sino
también en las costas de Grecia y de Turquía.
El 23 de diciembre, 10 personas, entre ellas cinco niños, se
ahogaron y otras dos fueron reportadas como desaparecidas en un
naufragio frente a las costas de Grecia. En tanto, en la víspera de Navidad, en la costa de Turquía,
un barco se hundió en el mar Egeo y ocho personas, entre ellas,
seis niños, se ahogaron.
El número de niños que perdieron la vida en los últimos
meses, cuando comenzó a crecer el flujo de personas que huían de
la guerra civil siria, es muy alto.
La postal más dramática de ese fenómeno apareció en
septiembre pasado, cuando la foto del pequeño Aylan, de apenas 3
años de edad y muerto en una playa en Bodrum, en Turquía, dio
vuelta al mundo, y causó conmoción e indignación. El padre del niño, Alan Kurdi, dejó su mensaje de fin de año
a la televisión inglesa: "Abran las puertas a los sirios, para
que no sean más humillados".
BOS-ADG/ACZ
26/12/2015 18:20
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