Por Luca Laviola
(ANSA) - ROMA, 26 DIC - "Estamos en Navidad pero en estos
días me parece estar en Miami": así comentó hoy uno de los
tantos romanos el inusual calor, casi de primavera, que acompaña
esta semana a la "Ciudad Eterna", tal cual ocurre en Milán y en
tantas otras ciudades italianas. Que algo extraño está sucediendo con el clima resulta claro
gracias a varios hechos y detalles: hay acacias florecidas, el
césped crecido, lugares en los que aparecieron mosquitos e
incluso ríos con un caudal de agua semejante al de los veranos. En muchas regiones no llueve -por ejemplo en Milán- y hay
sequía, mientras en las montañas muchos esquiadores se quedaron
con las ganas de practicar ese deporte, o pasatiempo, visto que
falta la "materia prima", o sea la nieve.
Esta Navidad italiana es en otras palabras un poco loca, pese
a que -advierten los expertos- en realidad los cambios
climáticos han dejado de ser una novedad desde hace tiempo. La falta de lluvia y de viento provoca a su vez un aumento de
la contaminación que en las grandes ciudades se ha convertido en
un serio problema. El "smog" ahoga en otras palabras a algunos de los mayores
centros habitados del país, en primer lugar precisamente a
Milán, donde las autoridades han decidido el bloqueo total de
los vehículos (entre las 10 y las 16) para tres días, a partir
del lunes. La asociación agrícola Coldiretti explicó con algunos datos
lo que está ocurriendo. Este mes de diciembre tuvo por ahora 2,5 grados más de
temperatura respecto al promedio. El de las lluvias es otro frente crítico, visto que
estuvieron de hecho casi del todo ausentes durante diciembre: un
"guión" de hecho similar a lo ocurrido en noviembre, mes en el
cual llovió muy poco -sobre todo en el norte del país- y por
otra parte las temperaturas máximas fueron a su vez 2,5 grados
más que el promedio. La situación es tan anómala que en algunas zonas montañosas
hubo incluso alarmas por incendios a raíz del pasto y de los
arbustos completamente secos precisamente por la falta de
lluvias: algo completamente anormal en este período del año. Entre los italianos más preocupados por estos fenómenos
figuran los productores agrícolas, visto que en los últimos años
el cambio climático ha tenido para el campo un "costo" de 14.000
millones de euros, entre aluviones y sequías, muy violentos
sobre todo en tres años (2003, 2007 e 2012).
RIG/ACZ
26/12/2015 20:30
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