Por Alberto Zanconato
(ANSA) - BEIRUT, 8 ENE - Empresaria corrupta, paladín de los
derechos de las mujeres, narcotraficante y devoradora de
hombres, mujer moderna adelantada a su tiempo. Las alocadas y
antagónicas reacciones de los iraníes hoy en las redes sociales
tras el anuncio de su muerte, dan una idea de la figura
controvertida de Ashraf, la hermana del último Shah de Irán. Fue un ícono contradictorio, es cierto, pero también, al
mismo tiempo, una de los miembros más influyentes en la familia
Pahlavi. El anuncio de la muerte en el exilio de Ashraf, de 96 años,
fue hecho en la página oficial de Facebook Reza Pahlavi, a cargo
del hijo mayor del último rey, Mohammad Reza, y el ex heredero
al trono.
"A partir de la revolución hasta su muerte -escribió Reza-,
mi tía siempre ha tenido en cuenta su país". En contraposición, por supuesto, emergió la reacción de la
República Islámica. Ashraf, dijo la agencia estatal de noticias
IRNA, era "famosa por su personalidad éticamente corrupta, por
ser una traficante de drogas y habitué del fraude financiero". Decenas recuerdos de signo opuesto, fueron publicados en
Facebook este viernes. Además de imágenes, incluyendo un retrato
de Ashraf realizado por Andy Warhol, el notable artista plástico
estadounidense. Huyó de Irán después de la revolución de 1979 que derrocó a
la dinastía Pahlaví y Ashraf vivió entre Francia y Nueva York
desde entonces. Un portavoz dijo a modo somero, sin precisiones,
que ha muerto en Europa.
Según IRNA, la muerte se produjo en Montecarlo. Un hijo de Ashraf, Shahriar Shafiq, un oficial de la Armada
Imperial, fue asesinado en 1979 en París, siete meses después de
la revolución, cuando trataba de organizar un movimiento de
oposición a la República Islámica. Una hija, Azadeh Shafiq,
falleció de leucemia en 2011. Nacida el 26 de octubre 1919, cinco horas después de Mohammad
Reza, Ashraf siempre ha sido considerada como una de las guías
más influyentes de su hermano, cumpliendo para él también
importantes misiones. Por ejemplo, como en 1946, cuando fue
enviada a Moscú para reunirse con Iósif Stalin para convencerlo
de retirar las tropas soviéticas de la provincia iraní del
Azerbaiyán turco, donde las había mantenido después de la
Segunda Guerra Mundial para apoyar una república comunista
separatista. Ashraf también apoyó las políticas de su hermano para la
alfabetización de los sectores populares y de los derechos de la
mujer, entre ellos el sufragio femenino en los años 60, con la
oposición del clero chiíta.
La hermana del Shah también ocupó cargos importantes en la
ONU, entre ellos la de presidente de la Comisión sobre la
Condición de la Mujer. Pero Ashraf también fue acusada de haberse enriquecido
enormemente gracias a que recibió sobornos de empresas
extranjeras interesadas en invertir en Irán. Además, el historiador estadounidense Stephen Kinzer sostiene
que fue ella, a cambio de dinero ofrecido por la inteligencia
estadounidense y británica en 1953, que convenció a su hermano
para dar luz verde a un golpe de estado para derrocar al
gobierno del primer ministro Mohammad Mossadegh, quien había
nacionalizado la industria petrolera quitándole el control en
Londres. Las críticas a la hermana del último Shah, quien llevaba el
el apodo de "Pantera Negra", bautizada así por un periodista
francés, también tienen que ver con su estilo de vida personal.
Casada tres veces, alguna vez admitió que no era "una buena
madre". Además, entre quienes frecuentan las pistas de esquí de
Shemshak, al norte de Teherán, todavía se puede encontrar a
alguien que señala un hermoso chalet, donde supuestamente la
princesa se reunía con sus jóvenes amantes.
ZC-ADG/ACZ
08/01/2016 20:31
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