(ANSA) - WASHINGTON, 11 FEB - Científicos estadounidenses
confirmaron hoy la detección de ondas gravitacionales, lo que
para muchos entendidos representa uno de los más importantes
hallazgos científicos del siglo XXI, y confirma la predicción
hecha por Albert Einstein hace 100 años. El descubrimiento puede dar un nuevo enfoque a las teorías de
la creación del universo y hasta podría calar profundo en la
religiones y en las creencias sobre el origen de la vida. Si se pudieran detectar esas ondas gravitacionales, entonces
sería posible remontarnos al primer milisegundo del Big Bang, el
estallido que dio origen al universo. sería una manera de
entender el origen del universo, se afirma desde la comunidad
científica. "Hemos detectado las ondas gravitacionales. Esta es la
primera vez que se las detecta. Esto confirma nuestras
observaciones de los agujeros negros y otros cuerpos", dijo, con
sencillez, el director del Observatorio de Interferometría láser
de Ondas Gravitacionales (LIGO, por sus siglas en inglés), David
Reitze.
Se sostiene que dos agujeros negros chocaron entre sí hace
unos 1.300 millones de años y que ese cataclismo lanzó ondas
gravitacionales en todas direcciones hasta que llegaron a la
Tierra el pasado 14 de septiembre. Allí fueron captadas por instrumentos instalados en Estados
Unidos, explicaron los científicos durante una conferencia de
prensa desarrollada este jueves en Washington. "Es un honor comunicar y ser parte de este equipo que logró
detectar las ondas gravitacionales, un adelanto anhelado por
años por científicos de todo el mundo", dijo Gabriela Gonzales,
miembro de LIGO. Las ondas gravitacionales se crean cuando las masas se
aceleran -por ejemplo, cuando las estrellas explotan al final de
su vida- y comprimen y estiran el espacio-tiempo de forma
similar a las ondas que provoca una piedra lanzada al agua. La existencia de ondas gravitacionales era la última
predicción realizada por Einstein en la Teoría de la Relatividad
General que no había sido demostrada de forma directa.
Por lo general las ondas gravitacionales son tan débiles que
Einstein no creía que pudiesen medirse. Aun así, los físicos intentan desde hace 50 años encontrar
una prueba directa de su existencia, aunque hasta ahora todos
los hallazgos que se reportaron resultaron ser inconsistentes. En 1974, los astrónomos estadounidenses Russell Alan Hulse y
Joseph Taylor descubrieron un sistema binario compuesto por dos
estrellas de neutrones que orbitan una muy cerca de la otra. Su periodo de revolución se reduce lentamente, lo que se
explica con la pérdida de energía a través de las ondas
gravitacionales. Ambos investigadores recibieron el Premio Nobel
de Física en 1993 por esta demostración indirecta.
Lawrence Krauss, de la Universidad Estatal de Arizona,
escribió en septiembre que habían fuertes "rumores sobre una
comprobación (de la existencia) de las ondas gravitacionales en
el detector LIGO". En enero, Krauss añadió: "Mi rumor sobre LIGO fue confirmado
por fuentes independientes. Los investigadores de LIGO no son los únicos que buscaban
pruebas de la existencia de ondas gravitacionales. En diciembre,
la Agencia Espacial Europea (ESA) lanzó un proyecto a gran
escala para investigar las ondas gravitacionales en el espacio.
Expertos y científicos citados por la prensa estadounidense
especularon con que este descubrimiento le valdría el Premio
Nobel a los responsables del experimento. Lo descubierto, además, confirmaría la predicción de
Einstein, pero, fundamentalmente, abriría una nueva ventana a la
observación del universo.
El equipo multidisciplinario de científicos que logró el
descubrimiento estuvo compuesto por miembros del Instituto de
Tecnología de California (CALTECH), el Instituto Tecnológico de
Massachusetts (MIT) y del LIGO.
RED-ADG/ACZ
11/02/2016 19:27
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