Por Maria Grazia Coggiola
(ANSA) - NUEVA DELHI, 7 ABR - Anu Mukherjee cuenta que fue
desfigurada con ácido una noche de hace 12 años, en Nueva Delhi,
y grandes lágrimas le corren desde pequeños agujeros en las
cavidades donde antes estaban los ojos. "Era bella, cierto?", pregunta mientras muestra a ANSA una
foto que la muestra, radiante, sentada en un parque poco antes
del ataque. Ahora tiene 35 años y los médicos acaban de reconstruirle la
nariz, en la vigésimo segunda operación de cirugía plástica
sobre su rostro martirizado. "Pero para los ojos no hay nada que hacer -explica-. Estuve
en los hospitales de media India, vinieron también médicos de
Estados Unidos a visitarme". Anu es una de las aproximadamente 60 víctimas asistidas en el
centro de rehabilitación de una ONG, Make Love Not Scars. La asociación nació hace apenas dos años pero ya dio mucho
que hablar debido a una petición en línea contra la venta libre
de ácido, que reunió 350.000 firmas y en marzo fue presentada al
premier Narendra Modi.
La fundadora, Ria Sharma, explica que con donaciones
italianas y financiamiento colectivo "inauguramos este centro
donde damos cursos de inglés, informática y otras actividades de
calificación que permiten a las supervivientes ser
independientes económicamente, y también tener
confianza en sí mismas". Sharma, que volvió a la India tras graduarse en Londres,
tiene 24 años pero está animada por una gran pasión y
determinación. "Mi objetivo -dijo- es no necesitar más un centro semejante
en diez años, porque espero que no haya más víctimas de esta
barbarie". Pese a intervenciones de la Corte Suprema y penas más severas
contra la violencia sobre las mujeres, introducidas tras la
violación y muerte de una joven atacada por un grupo de
hombres en un autobús, las desfiguraciones con ácido
aún son muy frecuentes. Se estima que unas 1.000 mujeres cada año son víctimas en la
India. Una cifra subestimada, según muchos expertos, debido a
que muchos casos no son denunciados por temor o por la
corrupción de la policía. "El ácido es fácil de hallar en el comercio -dijo Misha
Mavani, del equipo de la ONU- porque se usa para limpiar baños y
cuesta muy poco". El año pasado, Make Love Not Scars, en colaboración
con el coloso de la publicidad Ogilvy & Mather, lanzó una famosa
campaña en YouTube, "Beauty Tips with Reshma", donde Reshma -una
joven de Mumbai con el rostro desfigurado- da lecciones de
maquillaje y luego invita a firmar la petición contra la
venta libre de ácido. Gracias a la presión de las ONG, el año pasado la Corte
Suprema obligó a los hospitales públicos y privados a
proporcionar tratamiento gratuito a las víctimas. La coordinadora del centro, Sapna, de 23 años, desfigurada en
una mejilla en 2013 por un hombre con el que se negó a casarse,
obtuvo la devolución de los gastos médicos pero sólo después
de haber luchado contra la burocracia. "Esta sentencia es nuestra arma -agrega Sharma exhibiendo la
copia del veredicto- para obtener justicia y los cuidados a los
que tienen derecho las víctimas". Pero para los casos más antiguos como el de Anu, huérfana y
en la época del incidente con un hermano de 13 años a cargo,
lamentablemente nunca hubo justicia. Sus agresores salieron después de cinco meses de cárcel y
ella tuvo que endeudarse para pagar las facturas de los
hospitales. "Escribí al gobierno, a Sonia Gandhi, a Narendra Modi, pero
no obtuve nada. Ruego que alguien me ayude a pagar las deudas",
imploró.
YGC/ACZ
07/04/2016 20:40
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