Por Marcos Romero
(ANSA) - CIUDAD DE MEXICO, 17 MAR - La emergencia ambiental
en la capital azteca y sus alrededores entró hoy en su cuarto
día consecutivo pero amenaza con agravarse con el cierre de
cuatro vertederos que reciben dos tercios de la basura de la
urbe, ordenado por las autoridades del vecino estado de México. La primera fase del plan de contingencia fue adoptada el
pasado lunes por autoridades de la zona metropolitana de la
urbe, en la que se asientan unos 20 millones de habitantes, al
duplicarse las partículas de ozono sobre los niveles permitidos. Entre otras medidas, se incluye la prohibición de transitar a
una quinta parte de los más de 5 millones de vehículos que
transitan por la metrópoli, la reducción de 40% en las emisiones
de las industrias y la suspensión de las clases de educación
física en las escuelas, así como al recomendación de no hacer
ejercicio al aire libre. A pesar de estas acciones, no se cancelaron actos musicales y
deportivos como el segundo concierto de la famosa banda
británica The Rolling Stones, el partido entre Pumas y Deportivo
Táchira, de Venezuela, en el estadio Olímpico Universitario. Tras la emergencia, se suscitó una polémica entre las
autoridades de la capital y del estado de México, que
intercambiaron acusaciones sobre la responsabilidad del velo
tóxico que cubre el cielo de la región metropolitana. Al calor de esta controversia, el gobierno de la capital
acusó al del estado de México de enviar nubes de contaminación
desde sus grandes cinturones industriales ubicados sobre todo al
norte de la región, mientras que éste reviró diciendo que aquél
envía todos sus desperdicios a su territorio. Pero el gobernador del Estado de México Eruviel Avila pasó
pronto de las palabras a la acción y ordenó el cierre de
rellenos sanitarios o basurales ubicados en los alrededores de
la megalópolis, lo que amenaza con agudizar la crisis ahora por
el exceso de residuos. Los vertederos de La Cañada y el Milagro, en el municipio de
Ixtapaluca y el Centenario, en el de Cuautitlán Izcalli y el de
San Vicente Chicoloapan, que reciben a diario 8.000 de las
12.000 toneladas de basura que se producen a diario en la urbe,
fueron clausurados por la policía del estado e impidieron que
los camiones entregaran los desperdicios. El gobierno de la ciudad de México se vio obligado a enviar
más cantidad de la prevista al basural de Cuautla, estado de
Morelos, a 80 kilómetros al sur, pero eso no impidió que
comenzaran a acumularse montañas de basura en los llamados
"centros de transferencia". Para hoy estaba prevista una reunión entre el jefe de gobierno
de la ciudad de México, Miguel Mancera y el gobernador Avila,
con la mediación del ministro del Medio Ambiente Rafael
Pacchiano. Mancera también fue blanco de las críticas de otros
gobernadores de la región metropolitana, como el de Puebla
Rafael Moreno e Hidalgo Francisco Olvera, quienes negaron que
estén cruzados de brazos sobre la contaminación aunque dijeron
que sus provincias no son responsables de la crisis ambiental. "Falta objetividad en su reflexión. Hay una Comisión de la
Megalópolis. En lugar de estar mandando mensaje a través de la
prensa, debió haber solicitado" una reunión para "establecer"
medidas adecuadas, dijo Olvera. El presidente Enrique Peña intervino en el tema y pidió a
Pacchiano estudiar la adopción de una norma emergente de
verificación de vehículos, que se aplicaría en los cinco estados
y la capital que conforman la megalópolis, que estaría lista en
2017. Los niveles de contaminación excedieron el lunes los 200
puntos IMECA (Indice Metropolitano de Calidad del Aire), que
mide las partículas tóxicas por millón, por Ozono, pero aún con
el plan de emergencia ayer todavía seguían superando los 100
puntos, que es el máximo tolerable para el ser humano. Entre las medidas adoptadas figuran la suspensión de actos
cívicos, actos públicos, recreo al aire libre en las escuelas,
prohibición de labores de pintura de autos y mobiliario al aire
libre, reparación de calles y obras que afecten el tránsito.
MRM-ADG/ACZ
17/03/2016 19:33
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